Los drones tienen innumerables aplicaciones, que van de la entrega de paquetería a misiones bélicas, sin contar su uso recreativo. El cuerpo de marines de Estados Unidos está probando un dron que cabe en un bolsillo, el Black Hornet PD-100, para sus misiones de reconocimiento.
Este pequeño dron tiene una autonomía de 25 minutos y un alcance de 1,6 kilómetros, siendo casi invisible desde lo alto, siendo guiado mediante un GPS. Cuenta con tres cámaras, las cuales pueden enviar vídeo en directo o tomar fotos, una de las cuales apunta al frente, otra al suelo, haciendo la última un ángulo de 45 grados con el suelo.
El dron es fabricado por una empresa noruega, Proxy Dynamics, y ha sido ya probado por las Fuerzas Especiales de Noruega y por el ejército de Gran Bretaña, entre otros países. La compañía está trabajando en una versión para vuelos nocturnos a petición del gobierno noruego.
Vía: PC World.