Meizu ha presentado un nuevo teléfono y se trata de la Note 5. Como es ya habitual, se trata de una phablet con una pantalla IPS de 5.5 pulgadas, que incluye una resolución de 1920 x 1080 píxeles, con un contraste estático 1000:1 y un brillo de 450 nits. En la parte frontal se sitúa un lector de huellas dactilares en el botón de inicio, y el dispositivo cuenta con carga rápida y un conector USB tipo C. El diseño es el ya habitual en la compañía —un clon del iPhone 6—, con carcasa de aluminio.
El procesador es un Helio P10 de cuatro núcleos Cortex-A53 a 1.8 GHz y otros cuatro Cortex-A53 a 1 GHz, con una GPU de tipo Mali-T860. Estará disponible en modelos con 3 y 4 GB de RAM LPDDR3, así como en versiones de 16 GB, 32 GB y 64 GB de almacenamiento interno, aunque se puede expandir por micro-SD de hasta 128 GB. La cámara trasera es de 13 megapíxeles con apertura f/2.2 y la frontal es de 5 Mpx con apertura f/2.0.
Llega con Android 6.0 y capa de personalización Flyme OS 6.0, por un precio del modelo básico con 3 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento de 899 yuanes, unos 122 euros al cambio directo, o más bien unos 170 euros aplicando impuestos y tasas de importación. El modelo de 3 GB y 32 GB es de 999 yuanes, y la versión de 4 GB con 64 GB de almacenamiento cuesta 1499 yuanes, o unos 280 euros. Estará disponible en gris, blanco, oro y azul.