Samsung ha sumado una nueva phablet a su catálogo de teléfonos de gama media con el Galaxy C7 Pro. Su diseño en aluminio resulta terriblemente familiar, aunque hoy en día casi todos los teléfonos tienen el mismo diseño, iniciado por Apple hace dos años y medio con el iPhone 6. Es un teléfono fino, con tan solo 7 mm de grosor, e incluye una pantalla Super AMOLED de 5.7 pulgadas con resolución Full HD.
En el botón de inicio se integra un lector de huellas, y como es costumbre para los teléfonos de 2017 de Samsung, cuenta con NFC y MST para la realización de pagos mediante el servicio Pay de la compañía. El procesador es un Snapdragon 625 de ocho núcleos Cortex-A53 a 2.2 GHz, con GPU Adreno 506, acompañado de 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento.
Es un teléfono con doble ranura SIM, aunque una de ellas es compartida con el lector de micro-SD de hasta 256 GB. La cámara trasera y frontal son la misma, de 16 Mpx con apertura f/1.9 capaz de grabar vídeo a 1080p y 30 FPS —no destaquen especialmente—. El conector de carga y datos es el USB tipo C, que será un habitual este año en la gama media.
Estará disponible en colores negro, rosa y oro a partir del 16 de enero.
Vía: GSM Arena.