En el próximo Mobile World Congress de finales de febrero empezarán a presentar las compañías más importantes del sector sus nuevos teléfonos insignias. LG presentará el G6, aunque a pesar de que se espera que llegue con un Snapdragon 835, es posible que finalmente lo haga con un Snapdragon 821. El motivo: Samsung.
Según Forbes, la compañía coreana se habría hecho con toda la producción inicial de Qualcomm del Snapdragon 835 para cumplir con su objetivo de poner a la venta simultáneamente el Galaxy S8 a nivel mundial, que se podría producir el 14 de abril. La presentación del Galaxy S8 se produciría a finales de marzo.
El procesador es un ocho núcleos de tipo Kryo, duplicando los núcleos del Snapdragon 821. Sin embargo, en pocas tareas saca ventaja un procesador móvil de ese número de núcleos por lo que, ante una falta de mejoras más sustanciales de arquitecturas, Qualcomm ha recurrido a aumentar la potencia de su próximo procesador a base de fuerza bruta.
Que tampoco está mal si el consumo se mantiene a ralla, y para ello ayudará producirlo con una litografía a 10 nm. Además que el proceso utilizado es el 10 LPE FinFET de Samsung en sus fábricas, por lo que esta afirmación es al menos plausible.
Vía: The Verge.