Las tecnologías 4G LTE han hecho mucho por crear redes de datos en las ciudades rápidas y con respuesta rápida. Una gran evolución sobre 3G. Pero la siguiente gran revolución viene de la mano de las tecnologías 5G, de las cuales ya se ha establecido por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) las especificaciones de red con que deberán contar. 5G va a ser el centro de atención en el MWC que empieza oficialmente el 27 de febrero.

La velocidad de las celdas en que se divide la cobertura de una ciudad tendrá que ser de mínimo 20 Gbps de descarga y 10 Gbps de subida desde los dispositivos conectados, con una latencia de 1 ms, y que se puedan conectar simultáneamente hasta 1 millón de dispositivos por km2. La latencia máxima con los usuarios finales debe ser de 4 ms en vez de 20 ms como ocurría en LTE.

Aun así, al cambiarse de celda en el desplazamiento normal de una persona o vehículo, no debe de haber caídas de cobertura, ya que se establece una latencia de 0 ms, por lo que tendrá que ser instantánea. Esos 0 ms deben conseguirse incluso al viajar los vehículos hasta a 500 km/h.

La tecnología 5G está pensada para dar buena calidad de servicio en las conexiones telefónicas en cualquier lugar, pero sobre todo para las grandes aglomeraciones de ciudadanos. Por ejemplo, un tren podría disponer de su propia comunicación 5G para dar cobertura wifi a todos los pasajeros, con esas velocidades máximas de hasta 20 Gbps. Lo que se están hablando inicialmente de velocidades de usuario final en 5G es de en torno a los 5 Gbps.

De acuerdo con el proceso de validación del estándar, se espera que entre 2018 y 2019 se establezca la forma estandar de conseguir esos parámetros a nivel técnico —las compañías, cada una a su modo, ya están demostrando que es posible alcanzarlos—, y en 2020 debería aprobarse la versión definitiva del estándar.

Vía: Ars Technica.