AMD ha estado publicitando en los últimos años a su nueva arquitectura como Zen, y refiriéndose a los procesadores como Zen. Pero en la presentación de diciembre del año pasado, AMD optó por presentar a los procesadores como Ryzen. Un nombre curioso que no gustó a todo el mundo porque Zen suena mejor.
El problema que ha tenido AMD es que no podía registrar la marca Zen por ser demasiado genérica y las leyes estadounidenses indican que las marcas deben ser únicas y diferenciarse en su uso, lo que no habría diferenciado a Zen de teléfonos como los ZenFone de Asus. En la búsqueda de un nuevo nombre, se buscó internamente llamarlo Horizon por el nuevo horizonte que se iba a abrir para la compañía en 2017. De ahí el nombre de A new horizon del evento de diciembre.
De horizon se pasó a llamarlo rizon, pero el nombre era extraño. Teniendo rizon por un lado y zen por otro, al final terminó siendo fusionado como Rizen, pero había un problema fonético en el inglés por el cual la gente terminaría pronunciándolo como /risen/, que entre otras aceptaciones está la de resucitado —se habrían hecho demasiadas bromas a costa de AMD—, por lo que el cambio de la vocal por la i griega llevaba a Ryzen y permitía pronunciarlo como /raisen/.
Con Ryzen sobre la mesa como nombre potencial, diseñaron paquetería y lo pusieron en el encapsulado de un procesador Zen, y les gustó. El círculo del logo de Ryzen se sacó de la caligrafía japonesa, en la que un círculo abierto simboliza desarrollo y crecimiento. Por último, la fuente escogida también se adhiere al pensamiento zen, ya que hay simetría y equilibrio en ella.
Vía: PC World.