No es un secreto que AMD está teniendo problemas a la hora de suministrar los chipsets a los fabricantes de placas base, y ello está motivando cierto desabastecimiento en las tiendas. Aun así, los fabricantes tienen que seguir presentando nuevos modelos de placas base, y con la próxima llegada el 11 de abril de la serie Ryzen 5, procesadores que empiezan en los 169 dólares, se necesitan placas base baratas para llegar al máximo de consumidores.
Gigabyte es la primera en anunciar placas base del chipset económico A320, con dos modelos básicos. Disponen de dos ranuras de memoria DDR4, pero curiosamente aceptan memoria de hasta 3200 MHz, lo cual es un cambio importante frente a los 2400 que aceptan las placas que no sean las más caras Z270 de Intel. Bien es cierto que a los Ryzen les afecta un poco más la velocidad de memoria, pero aun así son buenas noticias.
Una placa es de tipo micro-ATX y la otra ATX, tienen el mismo chipset de audio y de Ethernet, y tienen un conector USB 3.1 trasero aunque con conector USB tipo A —no tiene ningún conector USB tipo C—. Tampoco tiene ranura para un SSD M.2, por lo que son placas de lo más sencillas posibles. Quizás la micro-ATX ronde los 65 euros viendo los precios de Gigabyte, y la otra más sobre los 75 u 80 euros.
Vía: TechPowerUp.