Las baterías de litio tienen muchas ventajas, pero también inconvenientes, entre los que están el riesgo que tienen a incendiarse, a parte de que los elementos de los que están constituida no es que sean especialmente abundantes. Como alternativa podrían emplearse baterías de zinc, más baratas y seguras.
Si por el momento no se han empleado estas baterías es porque los ánodos se hacen uniendo partículas de polvo de zinc. Sin embargo, a lo largo de las cargas y descargas que sufre la batería, aparece una capa de óxido de zinc que aísla parte de la misma. Además, también crecen agujas de zinc que pueden perforar la barrera entre el ánodo y el cátodo.
No obstante, la problemática que presentan las baterías de zinc podrían ser superadas gracias a un grupo de investigadores del Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos. Han encontrado una forma de montar el ánodo de zinc para superar los problemas, aprovechando que tiene una estructura parecida a la de una esponja, añadiendo trazas de indio y bismuto.
Esto no evita que se siga formando óxido de zinc, pero se crea en las aberturas tipo esponja del material, en lugar de bloquear las conexiones entre partículas de zinc. En cuanto al rendimiento, esta batería es capaz de completar entre 100 y 150 ciclos de carga antes de perder la mitad de la carga, a causa de la pérdida de electrolitos.
Otra prueba que se hizo es hacer que una batería de 12 voltios de zinc se sometiera a 50 000 ciclos de carga, descubriendo también que se perdían electrolitos, pero que el zinc se mantenía en buen estado.
El peso de estas baterías sería mucho menor que el de una de ion de litio, por lo que podrían emplearse en un futuro para ahorrar peso y espacio en, por ejemplo, un coche eléctrico. De momento, una integrante del equipo, Debra Rolison, considera que el diseño de batería está lista para abandonar el laboratorio.
Vía: Ars Technica.