En los tiempos que corren las compañías de periféricos están centradas en agradar a los jugones. Eso significa llenar sus productos de lucecitas, ponerles ese palabro gaming al final de sus nombres, y venderlos muy por encima del valor de su utilidad. Logitech ha pensado por fin que ya es hora de proporcionar un teclado mecánico para aquellos que no quieren florituras en ellos llamado K840.
Este teclado dispone de una base de aluminio y las teclas tienen interruptores Romer-G producidos por Logitech, que son táctiles sin clic sonoro, con una fuerza de actuación de 45 gf y una duración de 70 millones de pulsaciones. Tiene un tamaño de 445 x 132 x 34.3 mm y un peso de 910 g, y se conecta mediante un puerto USB. No dispone de iluminación, pero sí dispone de seguidilla de 26 teclas, tecla Fn y teclas de función programables.
Su precio es de 80 dólares, que no es lo más barato del mercado, pero quizás lleve un cierto sobrecoste por ser un teclado mecánico totalmente discreto y utilizable en la oficina.