Durante cualquier campaña, los equipos de los candidatos reúnen información sobre la oposición, algo a lo que el Partido Demócrata no es ajeno. De cara a las pasadas elecciones presidenciales, los demócratas reunieron información sobre Trump, la cual se vio comprometida por hackers rusos, según indicó el Comité Nacional Demócrata.
Además, los rusos habrían sido responsables de este y otros robos de información en Estados Unidos, con el propósito de interferir con las elecciones presidenciales del pasado noviembre, lo que motivó que el presidente Obama ordenase una investigación. Las autoridades estadounidenses determinaron que los cibercriminales habrían estado a las órdenes de Vladímir Putin, quien habría supervisado cómo se filtraban y se empleaban los correos. Sin embargo, el alcance dela interferencia rusa en las elecciones estadounidenses habría sido mucho mayor de lo previsto.
Según se ha sabido, los ciberdelincuentes habrían atacado los sistemas de votación de 39 estados, accediendo a las bases de datos de financiación de las campañas en uno de ellos, habiendo tratado de borrar o alterar los resultados en Illinois. No obstante, las autoridades indican que los atacantes no pudieron alterar los resultados en este estado, aunque hay funcionarios preocupados porque el suceso no fuera más que un intento de prueba.
A pesar de las advertencias del Departamento de Seguridad Nacional para que los estados reforzasen la seguridad de sus sistemas de votación, algunos las ignoraron. Finalmente, las máquinas de votación fueron declaradas infraestructura crítica, por lo que el departamento pudo proporcionar ayuda a los estados y cargos que lo solicitasen.
En cuanto a Rusia, Vladímir Putin ha negado que su gobierno estuviera involucrado, aunque ha reconocido que es teóricamente posible. La administración Obama sí se tomó en serio el anuncio, al contrario que el gobierno de Trump, pero tal vez puedan arrepentirse de no haber revelado el alcance de la actividad rusa a sus ciudadanos.
Vía: EnGadget.