La apuesta de futuro por unos vehículos eléctricos más respetuosos con el medio ambiente está en la mente de los fabricantes de automóviles. También por una cuestión de imagen después de escándalos como el de Volkswagen de 2015 con respecto al software de sus coches diésel, y que el diésel no es menos contaminante que los coches de gasolina.
Volvo se ha propuesto adaptar sus vehículos a los tiempos actuales anunciando que va a dejar atrás los tiempos de motores solo de combustión. Todos los coches presentados a partir de 2019 tendrán algún tipo de sistema híbrido combustión-eléctrico, además de que presentará cinco vehículos totalmente eléctricos entre 2019 y 2021. De estos últimos, dos serán bajo la marca Volvo y tres bajo la marca Polestar, una subsidiaria.
La compañía continúa con sus planes de vender un millón de vehículos eléctricos para 2025. El plan de actuación de Volvo también viene promovido por unas regulaciones cada vez más estrictas sobre las emisiones contaminantes de los coches, polución que en China sigue causando estragos y cuya normativa se va a endurecer drásticamente.
Vía: Ars Technica.