Internet es más frágil de lo que parece, pues un error de una de las grandes compañías del sector tecnológico puede acarrear serias consecuencias, incluso a nivel mundial. Esto fue lo que pasó el 25 de agosto, cuando un error por parte de Google dejó sin Internet a la mitad de Japón.
La compañía de Mountain View anunció como propios bloques de direccionamiento IP pertenecientes proveedores de servicios de Internet asiáticos. De esta forma compañías que recibieron estos anuncios, principalmente Verizon, comenzaron a mandar el tráfico dirigido a los ISP propietario de dichas direcciones IP a los servidores de Google.
El principal afectado fue NTT, el principal ISP de Japón, quien presta servicios de tránsito a otros proveedores del país, como OCN y KDDI. Este evento impidió la navegación a clientes residenciales y la caída de servicios de clientes corporativos. Aunque la situación fue corregida en unos 40 minutos, el pánico cundió en el país.
Las autoridades japonesas han emprendido una investigación del asunto, solicitando información a los ISP involucrados. Desde Google han asumido la responsabilidad, aunque no han aclarado si se ha debido a un error humano.
Vía: The Next Web, Bleeping Computer.