Intel ha presentado la nueva línea de procesadores Xeon W para estaciones de trabajo, pero aún utilizando el zócalo LGA 2066, requieren de un chipset específico, C422. La placa base MW51-HP0 de Gigabyte es la primera en presentarse para estos procesadores y con el citado chipset, y es una placa de buenas prestaciones a pesar de su estética simplona.
Pero lo simple muchas veces es más que suficiente para el mundo del PC, sobre todo en el ámbito profesional. El formato de la placa es el CEB, de 304.8 x 266.7 mm. Dispone de ocho bancos de memoria RAM de tipo DDR4 hasta 2666 MHz, compatible con hasta 512 GB —el máximo que pueden gestionar los Xeon W—, aunque será más bien 32 GB de tipo RDIMM o 64 GB de tipo LRDIMM.
Los procesadores disponen de 48 pistas PCIe 3.0 para gráficas y conectividad tipo PCIe, y el chipset aporta otras 24 pistas PCIe 3.0. La placa base incluye cuatro ranuras para tarjetas gráficas u otros dispositivos funcionando a PCIe 3.0 x16, y otros tres a PCIe 3.0 x8. La placa puede funcionar con tarjetas gráficas en SLI o CrossFire, e incluye ranuras M.2 y conector U.2 para almacenamiento sobre PCIe 3.0 x4.
El códec de audio es un ALC1150 de Realtek, y también incluye dos I210 de Intel para las dos conexiones Ethernet. En la placa hay ocho conectores SATA3, y en la parte trasera se incluye un PS/2, ocho USB 3.0, un USB 3.1 tipo A y un USB 3.1 tipo C, además de un conector óptico S/PDIF y cinco de audio de 3.5 mm.