Samsung ha preferido confiar en su propio sistema operativo Tizen como acompañante para sus vestibles, y vuelve a hacerlo en el Gear Sport. Es un reloj deportivo que tiene una pantalla de 1.2 pulgadas circular con 360 x 360 píxeles, protegido por una capa de Gorilla Glass 3. El diseño externo en plástico utiliza correas de 20 mm, y tiene un grosor de 11.9 mm, manteniendo la interactuación mediante el bisel giratorio.
El procesador utilizado es el mismo sistema en chip (SoC) usado en el Gear S2 que tan buenos resultados le ha dado a la compañía, y es básicamente un procesador Exynos de doble núcleo a 1 GHz. Está acompañado de 4 GB de almacenamiento interno y 768 MB de RAM, que para lo que tiene que hacer este reloj inteligente es más que suficiente.
Está hecho a prueba de agua, pudiéndose sumergir hasta a 5 ATM, y tiene certificado de durabilidad MIL-STD-810G del Ejército de los EE. UU. La batería de 300 mAh se puede recargar inalámbricamente, y cuenta con conectividad wifi 802.11 b/g/n, Bluetooth 4.2, NFC, GPS/GLONASS/Beidou. Es un reloj muy completo en cuanto a características, aunque no tenga conectividad 3G o LTE.
Con la inclusión de un barómetro, acelerómetro, giróscopo y lector de ritmo cardíaco, se puede utilizar para una gran cantidad de deportes distintos, desde natación hasta montañismo. El NFC se puede utilizar para pagos sin contacto a través del servicio Pay de Samsung, y con Connect se pueden controlar otros dispositivos del Internet de las cosas de la compañía.
De momento no tiene precio o fecha de lanzamiento. Es compatible con dispositivos Android e iOS.