Si habéis intentado comprar un PC en el último año, el elemento básico más caro ha sido la memoria principal del sistema. En los últimos meses ha llegado a máximos, pero podría haber luz al final del túnel, según ha indicado Reuters, que además viene con un temor de los inversores de que esta burbuja de precios haya llegado a su fin. El precio medio de la DRAM bajó un 5 % en el último trimestre de 2017, y algunos analistas apuntan ahora a una bajada de hasta el 30 % del precio a mitad de año.
Es probable que la bajada del precio medio tenga que ver también con el alto precio que tienen y que en su lugar la gente prefiere comprar 8 GB de momento y comprar otros 8 GB cuando bajen, no cambiar de equipo, o simplemente no ampliar la memoria de sus equipos que tengan un par de años. No se ha indicado que haya habido un aumento de la producción significativo, y todos los informes previos apuntaban a que los fabricantes de chips de memoria la iban a aumentar de manera progresiva para evitar un hundimiento de precios. Quizás una estabilización en los 2 a 3 GB de RAM en los teléfonos durante el año acompañado del aumento normal de producción haya propiciado esa bajada de precio. Reuters también indica que los fabricantes de teléfonos estarían presionando a los fabricantes de chips para efectuar una bajada de precios.
Esta noticia ha hecho caer las acciones de Samsung un 7.5 % y las de SK Hynix un 6.2 %. El efecto colateral de esta noticia es que los precios de portátiles, sobremesas, teléfonos, tabletas y otros dispositivos que usan DRAM podrían bajar durante este 2018. Pero debido a que un día los analistas dicen una cosa y al día siguiente dicen otra —¿alguien se acuerda de lo de «en 2018 el precio por giga de los SSD será igual al de los discos duros»?—, es muy pronto en el año como para saber a ciencia cierta cómo va a evolucionar el sector.