Lo mejor que tienen los teléfonos de gama alta de LG es lo rápido que bajan de precio una vez se ponen a la venta. Actualmente el G6 se puede comprar por menos de 400 euros, pero no ha sido lo suficientemente atractivo como para llamar la atención de los potenciales compradores. Sea como sea, LG lleva modificando la estructura interna de su división de móviles desde 2016, y el último paso, a meses del lanzamiento de su nuevo buque insignia, sería el rediseño del teléfono.
Según afirman en The Korea Herald, el director ejecutivo de LG Electronics, Jo Seong-jin, habría ordenado que se detenga el desarrollo del G7 para revisar el producto que se estaba creando desde el principio. Esto puede llevar a un retraso importante en la presentación y venta del G7 que, de ser cierta esta afirmación, sería más probable que se hiciera en torno al verano. Quizás se introduzcan solo cambios menores al diseño y se asuma un retraso de solo un par de meses, aunque no se espera que esté listo para el Mobile World Congress.
Además, durante el CES la compañía ha indicado que se va a alejar de un lanzamiento de un nuevo buque insignia doce meses, por lo que al menos es probable que el G7 se retrase, ya sea por el motivo indicado o por otros motivos. Además de contar con un procesador de última generación, un Snapdragon 845, se rumorea que incluirá un sistema de lectura de iris.
Vía: TechSpot.