MegaUpload dejó de existir a principios de 2012 en el transcurso de una investigación del FBI. El Gobierno neozelandés colaboró con ellos, realizando el asalto a la mansión de Kim Dotcom y haciéndose con todo lo que tenía en ella relacionado con MegaUpload. Con el paso del tiempo se ha ido viendo que la legalidad de la actuación del FBI fue cuanto menos dudosa, y Kim Dotcom ha puesto ahora en el punto de mira de sus abogados al Gobierno neozelandés.
Alega que su arresto y el registor de su vivienda y propiedades fue ilegal, y por tanto los ha demandado por un valor de 6800 millones de dólares. Su compañía estaba valorada en torno a los 10 000 M$ en el momento en que fue finiquitada por el FBI y Nueva Zelanda, y por eso Dotcom pide dicha cantidad de dinero. Cubriría la destrucción de su negocio en manos de los gobiernos implicados, las pérdidas por oportunidades de negocio que no frutificaron, y los costes legales de toda su defensa, entre otros. Dotcom asegura que, de acuerdo a las leyes neozelandesas de protección de derechos de autor, la piratería de contenidos digitales no es un crimen.
Vía: EnGadget.