Samsung mantiene un agarre cada vez más firme de la gama alta de teléfonos móviles tras la presentación del Galaxy S9 y su hermano mayor Galaxy S9+. En esta ocasión, además del mayor tamaño de pantalla el S9+ también aporta una doble cámara trasera para labores de teleobjetivo con zum óptico de dos aumentos. Uno de estos ha caído en manos de los chicos de iFixit, que han procedido al tradicional desmontaje y le han dado una nota de reparabilidad de 4 sobre 10.
El teléfono requiere de la habitual aplicación de calor para quitar la tapa trasera, e ir con bastante cuidado, ya que la califican como «una apertura traicionera» porque se pueden dañar algunos cables en el proceso. La batería está bastante protegida, y además está pegada en su sitio con una gran cantidad de pegamento, lo que hace extremadamente difícil cambiarla. A favor de este diseño juega el que varios componentes son modulares, por lo que su sustitución es sencilla, como el conector de 3.5 mm, el de la cámara, y otros.
El teléfono incluye 4 GB de memoria LPDDR4X fabricada por Samsung, 64 GB de almacenamiento fabricado por Toshiba de tipo UFS 2.1, un códec de audio Aqstic WCD9341 fabricado por Qualcomm, un combo de Bluetooth más wifi de Murata, circuitos integrados de control de alimentación (PMIC) de Qualcomm, un módulo NFC de NXP, y otros chips de diversos proveedores. Es el modelo estadounidense, por lo que incluye un Snapdragon 845 en vez del Exynos 9810 de la versión europea, por lo que en Europa alguno de los componentes también podría ser distinto.
En cuanto a los animoticonos con los que es compatible el teléfono, de manera similar a los Animoji propietarios de Apple, incluye en la cámara frontal un hardware específico como es un proyector de puntos infrarrojos, cámara de detección de infrarrojos, un emisor de iluminación y un detector de profundidad. De otra forma, no se podría hacer de manera fiable el desbloqueo facial o los animoticonos.
Vía: Android Police.