Durante 2017 ha salido realmente caro adquirir una SSD (unidad de estado sólido) debido a la alta demanda que han tenido las memorias NAND usadas en ellas y también en los teléfonos inteligentes. De hecho, duplicar el almacenamiento en los teléfonos —ahora lo normal es 16 GB incluso por debajo de los 100 euros, y lo buscado 32 GB entre los 150 y 200 euros— es el causante del desabastecimiento que ha habido desde finales de 2016.
Ahora, con la cosa más calmada por el arranque del año, un parón en las ventas de teléfonos, y el aumento de la producción de NAND, las SSD son las primeras beneficiadas de una sobreproducción existente en el sector. Probablemente sigan bajando de precio como han estado haciendo desde el arranque de 2018, llegando a un mínimo durante el verano.
Eso sí, con la durante el propio verano subiría la demanda y el precio de la memoria NAND como consecuencia de las campañas de vuelta a clase y las ventas navideñas, que los ensambladores de portátiles y teléfonos preparan desde primavera —o sea, desde ya—. Se indica desde TrendForce que las compañías han retenido sus planes de expansión de producción con motivo de esta sobreproducción, lo que también afectará a la presentación y producción de chips NAND de más de 96 capas, lo que abaratará aún más las SSD, pero ahora lo hará a partir de 2019.
En España la situación está mejorando, con el precio de algún SSD como el 860 EVO de Samsung de 250 GB en continuo descenso.
Sin embargo, el más popular MX500 de 250 GB está experimentando altibajos debajo a una mayor demanda de este modelo, que aporta un buen rendimiento en cualquier situación comparable a lo que ofrece Samsung. Estuvo en marzo en torno a los 73 euros, pero este abril ha subido unos euros hasta situarse sobre los 76 euros.
Vía: Guru3D.