BIOSTAR ha presentado una atípica placa base mini-ITX, ya que en este caso no dispone de conexión wifi ni Bluetooth. Es para los nuevos procesadores Ryzen 2000, y se trata de la Racing X470GTN, con una orientación más económica —que no barata— que otras que irán llegando en este formato con chipset X470. Por ejemplo, su conexión Ethernet usa un controlador RTL8118AS de Realtek y el audio un códec ALC892 de la misma empresa, que no son malos, pero tampoco son los mejores.
Incluye un sistema de alimentación para el procesador y los dos bancos de memoria DDR4 que permite que se use de 3200 MHz a través de los perfiles de memoria (XMP). El sistema de alimentación de la CPU es de siete fases. Como es habitual en este formato, solo dispone de una ranura PCIe 3.0 ×16 para una tarjeta gráfica o similar. La placa incluye iluminación RGB en torno a la zona de los conectores, e incluye dos cabezales para tiras de ledes RGB.
En la parte posterior dispone de cuatro USB 3.0, un USB 3.1 y un USB 3.1 tipo C, un PS/2, RJ45, HDMI (4K y 24 Hz), DVI-D, SPDIF y cinco de audio de 3.5 mm. Por la parte posterior de la placa base también se incluye una ranura M.2 para una unidad de estado sólido con interfaz SATA3 o PCIe 3.0 ×4.