AMD ha presentado unos excelentes resultados del T1 de 2018, y en la conferencia posterior ha dado diversa información adicional sobre el estado de la empresa y su futuro, como hacen todas las compañías. En este caso, AMD ha tenido un anuncio especial para decir «estamos vivos» en el sector de las tarjetas gráficas. Lo ha hecho indicando que ya están probando en sus laboratorios las tarjetas gráficas Radeon Instinct que incluyen una unidad gráfica (GPU) de arquitectura Vega fabricada con un proceso litográfico de 7 nm.
La fuerte inversión en GlobalFoundries por parte de AMD hace un par de años hizo que ambas compañías optaran por saltarse el proceso de fabricación a 10 nm para ir directamente a los 7 nm. Eso no ha evitado que la actualización de su proceso de 14 nm no haya sido un 14 nm+ sino un 12 nm, con ventajas palpables en los procesadores Ryzen 2000. Esta serie Radeon Instinct está orientada a la computación en centros de datos.
Sin embargo, el paso de los 14 nm a los 7 nm va proporcionar unas ventajas enormes a los chips de la compañía, empezando por el tamaño de los chips que se podría reducir a la mitad. Generalmente las empresas no hacen eso, sino que AMD optará por meter más transistores para aumentar enormemente la potencia de sus GPU. Con este cambio de litografía también se reduce el consumo entre un 50 y 60 % a misma cantidad de transistores, o aumentar las frecuencias de funcionamiento. Cómo combine AMD el potencial de los 7 nm en sus unidades gráficas será algo que se verá aparentemente a no mucho tardar.