Los directivos de ZTE han tenido muy malas ideas en los últimos años, y algunas de ellas han tenido que ver con saltarse el embargo de EE. UU. a Irán y Corea del Norte. La empresa vendió a esos países productos electrónicos que incluían componentes de empresas estadounidenses a pesar de ese embargo, y tras ser pillados mintieron sobre cómo y por qué lo hicieron. EE. UU. ha impuesto recientemente una sanción de siete años a la compañía durante la cual no puede acceder a los proveedores estadounidenses.
Eso incluye a Qualcomm para los procesadores y chips de comunicaciones, pero también otros componentes que necesita para fabricar teléfonos. Por ello, la junta directiva de la compañía ha anunciado que cesan las operaciones de ZTE como resultado del embargo estadounidense. Aun así, seguirán proporcionando asistencia técnica y haciendo honor a la garantía de sus productos según las obligaciones de las leyes de los distintos países en los que opera.
ZTE va a tener que buscar nuevos proveedores para diseñar teléfonos que no incluyan componentes de empresas de EE. UU., y eso apunta por ejemplo al uso de procesadores de MediaTek. La empresa ha realizado una apelación al Departamento de Comercio de los EE. UU. para que levanten el veto. También se espera que la intervención del Gobierno chino pueda ayudar a superar esta situación, aunque mientras tanto la compañía ha asegurado que tiene suficiente dinero como para mantener sus obligaciones.
Vía: AnandTech.