Hace unas semanas se indicó que Google estaba planteándose volver a China, en base a unos informes internos de la propia compañía del buscador filtrados a The Intercept. Para su regreso estarían dispuestos a aceptar la censura que impone el gobierno del país asiático, haciéndose bajo una versión específica denominada Dragonfly.
Esta versión del buscador para China habría estado en desarrollo desde 2017, e incluiría filtros para búsquedas sensibles para los intereses de su gobierno, ya sean entradas de Wikipedia o noticias de periódicos y agencias. Obviamente el posible regreso de Google a China no ha pasado desapercibido para los políticos estadounidenses, por lo que un grupo de 16 congresistas de ambos partidos han preguntado a la compañía por ello por escrito.
En la carta a la compañía manifiestan su preocupación sobre el posible regreso a dicho país. Entre otras cosas, han preguntado por el tipo de precauciones que iban a tomar para salvaguardar a los usuarios, garantizando que no sean nacionales chinos o extranjeros que estén de paso pueda ser, por ejemplo, vigilados.
Desde Google no han hecho comentarios sobre esta misiva, aunque indican en una declaración que se han dedicado a «invertir durante varios dos para ayudar a los usuarios chinos», así como que los trabajos sobre el buscador están lejos de poder entrar en producción.