Análisis: Blackwidow Elite de Razer

Razer ha mantenido en el mercado a lo largo de los años diversos teclados con sus interruptores mecánicos verdes, que son de alta calidad pero no han sido siempre para todo el mundo. Son bastante ruidosos, aunque de gran respuesta y fiabilidad, y por eso ha ido sacando otros interruptores mecánicos con el tiempo para abarcar a más potenciales compradores de sus teclados. Pero esos interruptores verdes han sido mejorados para el Blackwidow Elite.

Este teclado es de altas prestaciones, y lo demuestra su PVPR de 180 euros, y que dispone de múltiples extras que pueden resultar interesantes, como un nuevo diseño para el control del volumen, o su reposamuñecas de alta calidad.

Caraterísticas

Razer mantiene un diseño similar al de otros teclados de su catálogo para el Blackwidow Elite, con un tamaño de 444.5 mm × 165.1 mm × 35.6 mm (an. × al. × gr.) y un color negro que destaca en toda su carcasa de plástico, con una sensación muy agradable al tacto. Las teclas se sustentan sobre una plancha de aluminio, con un diseño que evita al máximo posible la inserción de pequeñas cantidades de líquido o residuos de alimentos u otros, si bien no llega a ser a prueba de agua y polvo.

Las teclas en sí son de alta calidad, con muy buena sensación de tecleo, independientemente del tipo de interruptores incluidos en el teclado. Está disponible con unos renovados interruptores de Razer en tipo verde —táctil y sonoro—, naranja —táctil y silencioso—, y amarillo —lineal y silencioso—. El modelo analizado incluye los verdes, que están muy mejorados respecto a los anteriores verdes, sobre todo en el terreno del sonido. No hacen tanto ruido, pero aun así siguen haciendo algo de ruido, pero bastante más llevadero. Personalmente me gustan más los naranjas.

Adicionalmente, incluye seguidilla de diez teclas como sistema anti toques fantasma, y un sistema de iluminación por tecla que es muy brillante y que se deja ver perfectamente a través de la tecla. Los ledes de bloqueo mayúsculas, etc., están situados encima de las teclas de cursor.

El teclado se venden con un reposamuñecas que se afianza magnéticamente, lo cual es más cómodo para ponerlo y quitarlo. Además, es de gran calidad, con almohadillas muy cómodas y un recubrimiento de cuero sintético que tiene una gran sensación de uso y que es lo que se puede esperar de un teclado de gama alta, pero que no suele ser lo que otras compañías proporcionan. Su uso hace aún más cómodo el uso del teclado.

El teclado dispone de teclas multimedia dedicadas en la parte superior derecha, con un diseño de dial para el control de volumen, y teclas para reproducir/pausar la música, avanzar y retroceder entre canciones. El dial puede pulsarse para silenciar el sonido, si bien, como el resto de teclas multimedia y las teclas del teclado en general, su función es personalizable. Dispone también de tecla Fn para combinarlo con ciertas teclas de función para conseguir acciones adicionales.

El teclado se conecta a un puerto USB mediante un cable de 1.8 m, y dispone de otros dos que son un USB 2.0 y uno de audio de 3.5 mm. Sirven de puente para los puerto USB y 3.5 mm en el lateral izquierdo del teclado, que puede servir fácilmente para conectarle un adaptador inalámbrico de ratón o auriculares. Es un extra que termina resultando útil en un momento u otro, y que es adecuado que se incluya en un teclado de gama alta.

Programa de personalización

La personalización del teclado se hace, como es habitual, con el programa Synapse 3.0. Es donde se configuran ahora mismo todos los periféricos de Razer, a pesar de que sigue estando en beta, y solo disponible para Windows. Estos periféricos se tienen que seguir configurando a través de Synapse 2.0 en macOS. Es el programa de configuración más completo que hay en el mercado para periféricos para juegos, y desde él es fácil acceder y modificar todos los parámetros del teclado.

Eso incluye la creación y edición de macros, que son algo fundamental para los jugadores más veteranos. La iluminación Chroma permite crear multitud de efectos de color diferentes fácilmente, pudiendo asignar colores distintos por tecla, que se iluminen de cierta forma al pulsar las teclas, etc. Nada que no se haya visto antes en un teclado de Razer u otras compañías, pero en este se puede realizar una configuración mucho más visual, si bien requiere de un poco de optimización por parte de Razer.

En el terreno de la personalización, se puede asignar una tecla como Hypershift, como la tecla Fn por defecto, y configurar combinaciones de Fn más otras teclas para acciones adicionales. Es un segundo nivel de atajos que resulta muy útil, y como complemento perfecto de las macros. Es un programa de personalización muy completo.

Razer da un salto adelante en sus teclados

Razer está buscando nuevas formas de innovar en sus teclados, y en el estado actual del sector es un propósito bastante complejo. En esta ocasión ha sido a través de la renovación de sus interruptores mecánicos, y en el caso de los verdes era totalmente necesario. Este nuevo modelo es excepcional desde el punto de vista del tacto, así como el del ruido más que reducido frente a los usados anteriormente.

La calidad de fabricación del teclado es excelente, y aporta un diseño cómodo de usar para el dial de volumen —al lado del ratón para los diestros, y casi no hay que mover la mano para usarlo—, y es un teclado resistente al trote diario que se le dé. Las teclas en sí son de gran calidad, y la iluminación se ve perfectamente a su través con mucho brillo y gran capacidad de personalización de efectos.

El reposamuñecas de Razer, usado ya en otros teclados, es el mejor que hay ahora mismo en el mercado, y lo convierte en muy cómodo a la hora de pasarse largas horas tecleando. En este sentido, prefiero los interruptores naranjas que son táctiles y más silenciosos, con los verdes más orientados a jugones de verdad que les guste que su teclado haga ruido. Hay gustos para todo, si bien los amarillos pueden ser también muy interesantes para los que quieran un mecanismo lineal.