Por alguna razón los fabricantes de tarjetas gráficas están tomándose su tiempo para anunciar o poner a la venta modelos personalizados de la Radeon RX 590. Casi se pueden contar con los dedos de una mano, y son modelos de Sapphire casi todos. Ahora MSI se ha decidido a presentar la Radeon RX 590 Armor 8G con su clásico diseño Armor, que es de doble ventilador de 100 mm. No tiene casi cobertura, la cual es de color negro con remates en blanco, y la tarjeta mide 210 mm × 110 mm × 38 mm.
Al usar la unidad gráfica (GPU) de tipo Polaris 30 XT, el consumo de la tarjeta se va a los 220 W, por lo que además se incluyen dos conectores PCI de ocho pines para su alimentación y se recomienda una fuente de al menos 550 W para el equipo en la que se ponga. Llega además con las frecuencias de referencia, de 1469 MHz de base y 1545 MHz de turbo, con 8 GB de memoria GDDR5 a 8 GHz. Hay una variante RX 590 Armor 8G OC que llega con un turbo de 1565 MHz, apenas 20 MHz más.
Este diseño Armor suele ser económico, no demasiado orientado a subir la GPU, pero siempre deja un cierto margen de mejora. No tiene placa trasera de refuerzo, que es la mayor pega que le suelo poner —tuve una GTX 970 Armor, y tras un tiempo de uso estaba visiblemente combada; de ahí que prefiera cajas con dos ranuras PCIe en vertical—. Los dos ventiladores para refrigeración de tipo TORX 2.0 harán un buen trabajo para mantener las temperaturas a raya —cuestión a parte es el ruido que hagan—. En la parte posterior dispone de dos HDMI 2.0b, dos DisplayPort 1.4 y un DVI-D.
Vía: TechPowerUp.