Análisis: BlackBerry KEY2

La canadiense Blackberry ha confiado en la marca TCL la fabricación de móviles usando su marca, si bien es más una colaboración que una mera cesión y olvido. BlackBerry ha estado desarrollando software para Android desde que hiciera el cambio a este sistema operativo tras abandonar BlackBerry 10. Pero TCL ha querido sacar provecho a la característica más importante de los móviles de BlackBerry: el teclado físico.

En 2019 ese teclado físico parece sacado del pasado, algo retro de tiempos mejores para BlackBerry, que TCL ha intentado adaptar para ese usuario profesional que pueda tener un uso para él. Ese usuario que antiguamente escribía memorandos de diez páginas en su BlackBerry mientras consultaba y respondía correos. Pero hoy en día, ese perfil de usuario suele tener una tableta con una funda-teclado en la que es más fácil y mejor hacer ese tipo de trabajo.

Por tanto, se trata de un producto de nicho de mercado muy pequeño, y al que BlackBerry y TCL quieren dotarle de mayor interés empresarial reforzando sus características de seguridad empresarial, aplicaciones empresariales, y otras utilidades que resulten de ayuda. Pero no me negaréis que analizar un teléfono móvil como este en 2019 es una tarea que va a ser bastante ardua.

Diseño y características

El diseño de la Key2, junto con su presentación, me parecen muy buenos y positivos para el estado actual de los teléfonos inteligentes. Todos tienen ahora mismo el diseño del iPhone o variaciones, pero en contadas ocasiones se está intentando innovar en este terreno. La BlackBerry Key 2 cuenta con un diseño en aluminio gris, del que obviamente destaca el teclado físico, del que hablará largo y tendido más adelante.

Si se gira el teléfono se puede ver la tapa trasera de plástico, con el logo en grande de BlackBerry, que le da en realidad un buen tacto y un mejor agarre a este teléfono que es grande pero tampoco excesivamente, midiendo 151.4 mm × 71.8 mm × 8.5 mm, y con un peso de 168 gramos. En el lateral izquierda cuenta con la bandeja para una SIM y una micro-SD, y en el lateral derecho tiene los botones de volumen, encendido y uno dedicado para el Asistente de Google. En la parte superior tiene el conector de 3.5 mm.

Dentro de los extras que se incluyen en la caja se encuentran el habitual sacabandejas, un cable USB tipo A al USB tipo C (incluido en el móvil) para el cargador de pared de 9 V y 2 A que se incluye también, y unos auriculares de botón con conector de 3.5 mm con buena calidad de sonido hechos en color negro y con el logo de BlackBerry en sus copas. Para estos últimos también se incluyen un juego de almohadillas intercambiables.

El teclado ocupa la mayor parte de la porción inferior del móvil, y tiene buen tacto, buena distancia entre teclas para su pequeño tamaño, y de uso bastante intuitivo cuando le dedicas un tiempo a acostumbrarte a él, con poco margen de error debido a su buena disposición de teclas. En la barra espaciadora integra el lector de huellas dactilares, lo cual es algo bastante positivo y bien pensado en este diseño.

La pantalla incluida tiene una diagonal de 11.4 cm (4.5 pulgadas) con una resolución de 1620 × 1080 píxeles. Es un tamaño atípico y que puede hacer que no se vea tanta información en pantalla como en el resto de smartphones del mercado, e incluye botones físicos de inicio y retroceso debajo de ella. Este tamaño hace que los vídeos se vean más bien pequeños para el tamaño que tiene el móvil, y ciertamente es algo que se hace con demasiada frecuencia en un móvil como para justificar la rara relación de aspecto de este móvil (3:2).

El procesador es un Snapdragon 660, que para el precio de venta al público recomendado (PVPR) de 649 euros que tiene me parece poca cosa. Eso sí, tiene buena fluidez en cuanto al manejo de la interfaz, y está acompañado de 6 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento, que junto a ese lector de tarjetas micro-SD el almacenamiento no será ningún problema. Pero tampoco se va a usar demasiado para ver vídeo por la pantalla de relación de aspecto raruna, por lo que es más una herramienta orientada a trabajar y al mundo empresarial, que es lo que efectivamente es y es a donde apunta TCL con este móvil, no al consumidor interesado en ver vídeos.

En principio la cámara trasera puede parecer adecuada, con dos sensores de 12 Mpx, a falta de analizar su calidad, y la frontal es de 8 Mpx. No va a destacar en el apartado fotográfico por características, en los tiempos en los que un precio de 649 euros tiene que brillar en el terreno fotográfico. El Key2 también incluye NFC, Bluetooth 5.0, wifi 802.11ac y Android 8.1 preinstalado, con una gran cantidad de aplicaciones y utilidades de BlackBerry incluidas. La batería es de 3500 mAh, que parece correcta pero sin destacar.

Rendimiento

CPU

El procesador elegido por TCL para este KEY2 es un Snapdragon 660. Tiene un gran rendimiento, y ha estado entre los mejores de gama media-alta, por debajo de los Snapdragon 835 y Snapdragon 845, hasta la llegada de sus sucesores, los Snapdragon 670 y 675.

Tiene una buena potencia mononúcleo, que es fundamental para tareas como la navegación web, de la que JavaScript se beneficia mucho. La potencia multinúcleo es igualmente buena, y lo respalda sus cuatro núcleos Kryo 260 a 2.2 GHz y otros cuatro Kryro 260 a 1.8 GHz. En general no se le puede poner pegas a su rendimiento, y funciona de manera fluida.

GPU

La unidad gráfica integrada del Snapdragon 660 es un Adreno 512, que lo convierte en poco recomendable para jugar, pero ciertamente este teléfono no está hecho para ello. Por eso entiendo muy bien que TCL haya elegido un Snapdragon 660 para el teléfono, ya que para mover vídeos, efectos 3D de las aplicaciones, de la interfaz, etc., es más que capaz de moverlos fluidamente, a pesar de que este sistema en chip no incluya los DSP o ISP más avanzados de los que dispone Qualcomm.

Wifi, LTE, GPS

Este teléfono incluye wifi de tipo 802.11 ac (2.4 y 5 GHz) y cuenta con unas velocidades de transferencia bastante buenas, o al menos más que suficientes en un móvil para instalar aplicaciones y transfererir archivos grandes. La conexión es totalmente estable, probado con un enrutador RT-AC88U de ASUS, que es de los mejores en el mercado. La toma de las siguientes pruebas de rendimiento de wifi están hechas sobre resultados de iperf 3, con la configuración por defecto sobre TCP, y haciendo la media de una serie de diez pruebas.

El teléfono no tiene problemas de recepción de señal LTE o cobertura, y se escucha generalmente bien. Utiliza las bandas 1, 2, 3, 4, 5, 7, 8, 12, 13, 17, 20, 28, 29, 30, por lo que funcionará bien en España y la mayoría de países europeos —incluso asiáticos al tener LTE TDD en las bandas 38, 39, 40, 41—, y salvo que se vaya a pueblos o ciudades pequeñas debería haber cobertura siempre de LTE. No he notado problemas con el uso del sistema de GPS, con los habituales errores de unos metros generados por esta tecnología de posicionamiento.

Autonomía

Este móvil cuenta con una batería de 3500 mAh y con un sistema de carga por USB tipo C de 18 W. La siguiente prueba es de uso intenso del procesador, y se sitúa en un buen nivel de autonomía, llegando a las siete horas de uso de pantalla con el procesador al 80 % de uso. En un escenario de uso más ligero, no hay problemas en alcanzar las diez u once horas de uso de pantalla, y por tanto sirve para estar todo el día tecleando memorandos si hace falta. Puede aguantar bien un par de días con un uso más moderado, y cuando se necesite se puede recargar totalmente en menos de dos horas.

Almacenamiento y sonido

El almacenamiento incluido en el modelo analizado son 64 GB de almacenamiento de tipo eMMC, y resulta curioso que con su precio no disponga de almacenamiento UFS que sería lo ideal. Eso significa que sus velocidades de lectura y escritura, tanto secuencial de archivos grandes como aleatoria de archivos pequeños no destaque respecto a móviles de gama media. Aun así, en el día a día no se van a notar muchas diferencias en el uso, ya que las velocidades obtenidas son suficientes para la orientación que tiene este móvil.

Teclado físico como gran reclamo para los adeptos a escribir

Las BlackBerry clásicas siempre se caracterizaron por su teclado físico, y es lo que TCL y BlackBerry han querido recuperar para sus nuevos teléfonos. El incluido en este modelo es una versión mejorada del Key One, y ciertamente es una gran mejora. Las teclas tienen una gran distribución con un tamaño mayor de tecla, lo que hace que sea fácil de teclear con él. Para los que sepan mecanografía no tardarán demasiado en hacerse con él, y no he tenido ningún problema de uso.

El teclado en sí funciona como un panel táctil en el que se pueden hacer gestos que el sistema operativo capturará. Por ejemplo, se puede deslizar el dedo por las teclas para desplazar la pantalla, y esto es algo que he encontrado excepcionalmente útil y cómodo, lo que mejora la usabilidad del móvil. Incluso la barra espaciadora tiene un buen tamaño, e incluye el lector de huellas dactilares. También se puede usar para, mientras se teclea una palabra, elegir entre las distintas sugerencias de palabra que aparecerán en la parte inferior de la pantalla.

Una cosa que me parece desafortunada es la inclusión de botones físicos para hacer los gestos que permitiría el teclado con su cualidad táctil, y que podría ser sustituida por la incorporación directamente de estos botones físicos de Android en el propio teclado. Eso ahorraría que, acostumbrado ya a usar los gestos de desplazamiento en el propio teclado, de vez en cuando —y bastante a menudo— toque el botón de inicio o el de atrás en ese desplazamiento. Eliminaría los botones físicos para añadir más pantalla, con lo que ganaría muchos puntos este teléfono.

El teclado es lo que más me ha gustado de este KEY2, por su comodidad de uso que se notará al escribir textos largos. Pero obviamente requiere de un cierto tiempo de aclimatación, y hay muchos usuarios que preferirán soluciones de texto predictivo en las pantallas táctiles como Swiftkey o Gboard.

Cámaras

El apartado fotográfico es uno que quizás no sea tan importante en este móvil como en otros de gama media-alta, pero sin duda debería ser suficientemente bueno como para destacar sobre la gama media. El móvil incluye una cámara trasera de doble sensor de 12 Mpx. El principal tiene una apertura ƒ/1.8 con 79.3º de angular, mientras que la secundaria tiene apertura ƒ/2.6 con angular de 50º. Puede grabar vídeo a 4K y 30 FPS así como cámara lenta, y como extra dispone de zum óptico de dos aumentos. La cámara delantera es de 8 Mpx y graba vídeo a 1080p y 30 FPS.

La calidad de la cámara trasera es bastante dispar, pero en general saca buenas fotografías cuando la luz es buena, como exteriores, aunque quizás los colores terminen siendo algo apagados o ligeramente saturados al rojo. Los bordes tienen buena definición, sin que se puedan apreciar artefactos, pero en ocasiones el posprocesado es demasiado radical y difumina en exceso ciertas zonas de la imagen al intentar hacer efectos de desenfoque más agresivos de lo normal.

Pero la mayor pega que se le podría poner a la cámara es que el autofoco funciona algo lento y muchas veces resulta en instantáneas movidas si no se espera un segundo o se mueve la cámara más de la cuenta ya que carece de estabilización óptica de imagen. Ciertamente lo echo mucho en falta en un móvil de 649 euros.

En interiores la situación es similar, pero en realidad algo mejor incluso. Mantiene un buen nivel de detalle, con buenos efectos de desenfoque en objetos de cerca, pero con colores algo apagados pero equilibrados en cuanto al color, ya se tenga luz artificial o buena luz natural. Con poca luz la cámara se defiende bien, pero empieza a incluir bastante ruido, por lo que no va a destacar nada en la gama en la que se encuentra.

Teniendo en cuenta las fotografías en interiores y exteriores, la cámara no se puede decir que impresione, porque no lo hace, pero tampoco decepciona. Quizás sea una cámara que se pueda esperar más de un móvil de 300 o 400 euros hoy en día, y en realidad si se mira el precio del KEY2, que se puede comprar sobre los 450 euros en marzo de 2019, esté más acorde al tipo de cámara y móvil que es. Pero como he dicho, la mayor pega que tiene la cámara, y se nota al tomar fotos con algo de prisa, es que carece de estabilizador óptico de imagen.

En cuanto a la aplicación de Cámara, se puede ver que incluye todas las opciones habituales que se pueden esperar de ella, incluidas las del modo manual en el que cambiar el balance de blancos o el ISO, entre otros. Una aplicación bastante estándar por la que no es difícil navegar, que incluye filtros, y mejoras de embellecimiento para la cámara frontal.

Software

Y llego en este análisis al apartado complicado de analizar de este teléfono. BlackBerry ha llenado el teléfono de aplicaciones y utilidades a la versión de Android 8 preinstalada, y en los primeros días pueden surgir multitud de avisos de si quieres probar esta o aquella apli o característica. Hay que tener un espíritu de explorar todo lo que proporciona el móvil, porque hay cosas que son ciertamente útiles, pero en todo caso puede llegar a abrumar a un usuario con menos tiempo o ganas de aprender. No hay que tener la mentalidad de «es el Android de siempre» a la hora de comprar este teléfono.

Conclusión

BlackBerry ha cedido el desarrollo de sus teléfonos al gigante chino TCL, pero no está claro que pueda diferenciarse lo suficiente del resto de la competencia como para resultar relevante. Mientras que Nokia ha conseguido aportar teléfonos que quiere el gran público, las BlackBerry siguen siendo para un sector minoritario, y por tanto un producto altamente específico. Esto se aplica a modelos como este KEY2 con teclado físico.

La compañía centra sus características diferenciadoras en todo el software propio que ha integrado en el teléfono y a las constantes actualizaciones de seguridad. En el entorno empresarial esto último es vital, pero lo primero puede llegar a abrumar al usuario que no esté acostumbrado a los programas y utilidades de BlackBerry. Solo una pequeña parte de los usuarios le sacarán partido, y otros lo podrían considerar como software basura si no le encuentran utilidad —aunque los programas la tengan, y en algunos casos sean muy útiles—. Pero de entrada, todas las opciones abruman y hay que dedicarle tiempo a profundizar en ellas.

El teclado es lo mejor que tiene este teléfono, aunque no está exento de problemas. Si bien se teclea excelentemente en él, y cuando te acostumbras puedes ir muy rápido, no le encuentro sentido a que además tenga botones físicos de Android —los habituales de inicio, atrás y aplicaciones—. Esos podrían haberse integrado de alguna forma en el teclado físico e incluir así más pantalla, porque el móvil lo merece. Aun así, sin duda —y uso muy, muy poco esta expresión, y solo cuando realmente creo que es así— es el punto fuerte del teléfono.

Pero BlackBerry llegó tarde a la era de los smartphones y le está costando adaptarse. Incluso a la empresa que le ha cedido los derechos de explotación de su marca en este ámbito le cuesta sacarle partido. Por un lado, porque a pesar de que es un móvil que es muy bueno en todos los apartados no consigue destacar en ninguno. No tiene una gran cámara —más bien normal—, no tiene una gran pantalla —literalmente—, y el rendimiento es bueno.

Por otro lado, porque para el precio de venta que tiene se esperaría mejores características. Por 649 euros que tiene de PVPR, si bien se puede encontrar con un PVP sobre los 449 euros, se podría haber esperado mejores prestaciones. El coste de desarrollo de un producto tan específico como es su teclado se hace notar. Pero en principio, por ese precio sobre los 450 euros es una compra interesante para quien realmente le pueda sacar provecho al teclado físico —gente que se dedique a escribir en el transporte público, quiera escribir correos o memorandos, etc.—. Para el común del consumidor, ciertamente no resulta nada interesante.

Dicho esto, TCL también tiene en el mercado otro móvil más barato, el KEY2 LE, que tiene un PVPR de 450 euros, pero se puede encontrar más sobre los 300 a 350 euros, y que mantiene el teclado físico con una reducción de otras características. Porque si bien el KEY2 es un móvil excelente —y de verdad que lo pienso tras usarlo casi un mes—, creo que peca en el precio por mucho que esté orientado al sector empresarial. BlackBerry y TCL deberían centrarse en su lugar en el gran público haciendo algunas mejoras en su diseño, e incluyendo una cámara que esté a la altura de la gama alta.

Resumiendo, el KEY2 es un buen teléfono pero que es para un grupo reducido de consumidores que puedan estar interesados en el excelente teclado físico que incluye y que no necesiten una pantalla grande para ver vídeos o jugar. Para la mayoría eso significará mirar en otra dirección cuando quieran cambiarse de móvil.