Análisis: Gammix S5 (512 GB) de ADATA XPG

ADATA cuenta con la submarca Xtreme Performance Gear (XPG) que se encarga de poner en el mercado los productos más orientados para jugones. Entre esos productos que se están vendiendo para jugar se encuentran las unidades de estado sólido (SSD) de alto rendimiento con interfaz PCIe, que son las más rápidas del mercado y por tanto pueden representar cierta mejora en los tiempos de carga de los juegos.

El modelo del presente análisis, el Gammix S5, es un modelo económico con interfaz PCIe 3.0 ×4, y al menor coste que tienen las SSD en este momento respecto a hace un año. Debido a ello este tipo de SSD son cada vez más buscados en un intento de conseguir una mayor fluidez de los equipos.

Serie Gammix S5 de ADATA XPG: características

La serie Gammix S5 está orientada a un usuario con un presupuesto más restringido pero que quiera beneficiarse de las mayores velocidades de una SSD con interfaz PCIe. Esta unidad se vende en un color negro con algún remate en rojo, como el logo de XPG, e incluye un disipador para asegurarse de que las temperaturas son las adecuadas incluso con un uso intenso de, por ejemplo, escribir grandes archivos al disco. Es el escenario en el que más se va a beneficiar de ello.

Esta unidad utiliza memoria NAND de 96 capas de tipo TLC (tres bits por celda), y se vende solo en el formato M.2 2280 —22 mm de ancho y 80 mm de largo—, contando con chips de NAND en solo una de las caras. La interfaz es PCIe 3.0 × 4, usando un protocolo NVMe 1.3 y tiene un consumo de 0.33 W activo en lectura, y de 0.14 W en reposo.

No es la SSD más rápida del mercado, ya que cuenta con una velocidad secuencial máxima de 2100 MB/s de lectura y de 1400 MB/s de escritura, que se queda lejos de los 3000+ MB/s de las SSD de mayor rendimiento del mercado. Pero como he dicho, su precio es inferior, y por tanto puede resultar más interesante para los consumidores con presupuestos más ajustados.

Dispone de una memoria SLC para caché, pero no usa un chip de DRAM como búfer que es lo que lastra su rendimiento y reduce su precio. Tampoco dispone de encriptación por hardware, aunque es una característica poco usada por lo general, y menos por los usuarios domésticos menos versados en el mundillo del PC.

Pruebas

Las SSD actuales tienen una tendencia a proporcionar la misma experiencia de usuario, y eso significa que la mayoría de las tareas que se tienen que hacer de leer y escribir ficheros en un uso normal se realiza en unos tiempos muy parecidos e indistinguibles para el usuario final. Un disco SATA3 y uno PCIe 3.0 ×4 no tendrán diferencias notables si se utilizan para jugar, arrancar el sistema operativo o tareas básicas en programas de diseño, ya que dependen más del procesador y tarjeta gráfica.

Aun así, pueden proporcionar velocidades muy distintas para otras tareas más específicas, como copia de archivos grandes o pequeños entre discos, descarga de múltiples archivos de internet mientras se usan otras varias aplicaciones en donde pueden suponer grandes diferencias, y para eso utilizo dos tipos de pruebas distintas: una para datos de uso específicos, y otras para datos de experiencia de usuario. Las pruebas están realizadas en un PC con una placa base Z370, memoria DDR4-3200 y un Core i7-8700K, con Windows 10 Home de 64 bits.

Lectura/escritura aleatoria y secuencial

Las primeras pruebas son de lectura/escritura secuencial y aleatoria de archivos de 128 KB y 4 KB respectivamente, en el que se miden los resultados con colas de profundidad variables. Estas colas representan el número de operaciones que están siendo ejecutadas en un momento dado, y debido a la naturaleza de la memoria NAND, el rendimiento se beneficia de tener colas de mayor profundidad que potencia el paralelismo en las operaciones de E/S.

En una prueba enlatada es habitual que la profundidad de cola sea de 32 para saturar el enlace E/S, pero en un uso más del día a día la profundidad de la cola suele ser sobre todo de 1, 2 y 4. En los siguientes datos se recogen los resultados de la media de estos tres tamaños de colas de profundidad. En el caso de las pruebas secuenciales, se realizan con bloques de 128 KB, y en las pruebas aleatorias son bloques de 4 KB. Se han dejado durante 3 minutos a cada cola de profundidad y prueba —en total cinco pruebas distintas— con IOMeter, tras acondicionar la SSD para conseguir un estado estable de rendimiento.

PCMark 8

Una prueba que demuestra que en un uso cotidiano los SSD proporcionan la misma sensación de rendimiento es la PCMark 8 de almacenamiento, que representa una serie de sesiones pregrabadas de uso real en el día a día para las SSD. La puntuación que aporta es un cálculo del tiempo que lleva reproducir la sesión de uso de varias aplicaciones y juegos (World of Warcraft, Battlefield 3, Photoshop, After Effects, etc.).

Dicha prueba de PCMark 8 también calcula la velocidad de transferencia del SSD durante el tiempo que está activo, y por tanto refleja un ancho de banda de uso real de la unidad.

Otras pruebas

Por último, un repaso a un par de pruebas muy habituales que se utilizan a la hora de perfilar el rendimiento de una SSD como son CrystalDiskMark y ATTO.

Conclusión

La serie Gammix S5 cuenta con bastantes competidores ahora mismo en el mercado, pero su precio de unos 92 euros (en el momento de escribir esto) puede ser muy tentador. La unidad tiene un buen rendimiento, si bien algo lenta en la escritura de archivos pequeños, que no pasa de lo adecuado, pero en un uso mixto de lectura/escritura puede rendir bastante bien.

Como competencia tiene el P1 de Crucial, que es una SSD económica con velocidades inferiores, la cual en lectura de archivos 4K no supera los 90 kIOPS cuando esta llega a los 250 kIOPS, y por tanto sus 83-86 euros pueden no ser interesantes si se va a perder un buen margen de rendimiento en algo tan importante como es la lectura. Además, de los 100 TB de durabilidad se pasan a los 300 TB del Gammix S5, lo que significa que puede usarse en tareas más interensas de escritura como su uso en programas de diseño.

El MP3000 de Corsair es otro de sus competidores, con velocidad inferior de lectura/escritura secuencial y aleatoria, y está ahora mismo algo más caro, sobre los 100 euros, siempre refiriéndome a la capacidad de 480 a 512 GB en esta apreciación de precios. Pero ya muy por encima está el 970 EVO Plus de 500 GB, en los 135 euros, que si bien es una auténtica bestia en cuanto a rendimiento, para la mayoría de los usuarios esos 40 euros de diferencia —un 46 % más de precio; se pasa de unos 18 cts./GB a 27 cts./GB— pueden no resultar interesantes.

La inclusión de un disipador en esta unidad hace que funcione con temperaturas más contenida en la mayoría de escenarios, pero no siempre funciona a favor de la unidad. Suele ser preferible poner estas unidades, si se van a usar de manera intensa, en un adaptador a tarjeta PCIe, pero ese disipador hará que comparativamente tengan menos temperaturas incluso en reposo. En el equipo de pruebas, eso pueden ser unos 10 ºC menos con respecto al 950 PRO que tiene, el cual en reposo tiene 48 ºC frente a los 44 ºC de este. Y eso que el 950 PRO está bajo un disipador también de la propia placa base.

En general, el Gammix S5 me parece una buena compra por el precio que tiene ahora mismo, y solo me gustaría que estuviera con una mayor disponibilidad en España, si bien en ciertas tiendas del país así como de otros países de Europa tiene una mayor disponibilidad. Sobre los 92 euros por estos 512 GB de capacidad es una compra recomendable por precio-rendimiento. Teniendo en cuenta que una SSD de 500 GB tipo SATA3 decente como la MX500 está a 14 cts./GB, un 23 % menos que esta SSD tipo PCIe, también puede ser una compra interesante para los que quieran algo mejor que un SATA3 sin pagar demasiado.