Nvidia tiene un pie, y media pierna, metido en el terreno de la supercomputación gracias a sus tarjetas gráficas Tesla. La principal ventaja frente a otras soluciones es que son energéticamente eficientes, aportando mucha más potencia de cómputo por vatio que cualquier procesador de la competencia, ya sea unidad central de procesamiento (CPU) o unidad gráfica (GPU). Pero al menos está interesada en explorar nuevos horizontes llevando su plataforma de desarrollo CUDA a los sistemas en chip de arquitectura ARM.
Así lo ha indicado el director ejecutivo y fundador de la compañía, Jensen Huang, con lo cual quiere extender aún más la presencia de CUDA en el sector de los chips. La principal ventaja de la arquitectura ARM es su alta eficiencia energética, que permitirá ejecutar aplicaciones CUDA sobre sistemas en chip (SoC) de tipo ARM consumiendo mucho menos y con pleno acceso a las tarjetas gráficas y otros dispositivos de Nvidia.
Las empresas relacionadas con la supercomputación han recibido bien esta decisión de Nvidia ya que les permite crear chips específicos para manejar las tarjetas gráficas de la compañía con un consumo mucho menor que el poner un procesador de Intel o AMD en el servidor. De esta forma pueden dedicar ese consumo y calor que ya no tienen que disipar a añadir más servidores o refrigeración a los bastidores en los que se ponen.
Como dice Huang, con este movimiento la computación CUDA estará disponible en las principales arquitecturas de procesadores, que son x86, la POWER de IBM, y ARM. Ahora mismo las tarjetas gráficas de Nvidia están presentes en veintidós de las veinticinco supercomputadoras más energéticamente eficientes del planeta.
Vía: TechPowerUp.