AMD ha cambiado la tendencia de los últimos años con la que generaba pérdidas trimestre tras trimestre, pero ha conseguido con los procesadores Ryzen cambiarla para ser una empresa productiva. En el tercer trimestre del año ha conseguido unos ingresos de 1801 millones de dólares, lo cual es un 9 % más que los 1653 M$ que generó en el tercer trimestre de 2019.
En parte se ha debido al aumento del margen bruto, que ha pasado del 40 % al 43 %, que es la diferencia entre el precio al que compra los chips y al que los vende. Es una estadística que hasta hace algo más de un año se situaba en torno al 30 %, lo cual hacía insostenible la empresa por el resto de costes.
Eso también ha llevado a que AMD haya informado de unos beneficios netos de 120 M$ frente a los 102 M$ del T3 2018, o un 17.6 % más. AMD es una empresa tecnológica importante, pero está lejos de mover la cantidad de dinero que mueven Nvidia o Intel, por lo que es una cantidad modesta pero importante respecto a los ingresos y que al fin y al cabo ya está generando beneficios.
AMD ha conseguido una mejora interanual del 36 % en las ventas de Computación y Gráficos gracias casi en exclusiva a los procesadores Ryzen a 7 nm que han supuesto un gran éxito de ventas. Los ingresos de esta división fueron de 1276 M$ frente a los 938 M$ del trimestre tres del año pasado, con unos beneficios operativos de 179 M$.
Sin embargo, la división de Empresa, Empotrados y Semipersonalizados ha perdido un 29 % de sus ingresos hasta situarse en los 525 M$ frente a los 715 M$ del T3 2018, pero mantiene unos beneficios operativos de 61 M$.
Vía: AnandTech.