Razer ha renovado uno de sus ratones más populares con el DeathAdder V2. El ratón es externamente muy similar al modelo anterior, pero algo más refinado. Los cambios importantes se centran en lo interruptores de los dos botones de acción principales y en el sensor óptico que incluye.
El tamaño se mantiene similar, con 127 mm × 61.7 mm × 42.7 mm y un peso de 82 g, y dispone de un cable de conexión de 2.1 m forrado de tela trenzada aunque en este caso indica que es mejorada y se trata de un cable tipo Speedflex. Pues vale. Mantiene los dos botones en el lateral izquierdo y dos más en la parte superior, y su diseño es solo para diestros. Por su tamaño y altura es ideal para los que tengan un agarre tipo palma o garra.
El sensor óptico es el último y mejor de Razer, el Focus+, el cual tiene una sensibilidad de hasta 20 000 PPP, una velocidad de 650 PPS y una aceleración de hasta 50 G. Unido a las almohadillas inferiores, desliza suavemente y con precisión.
Los interruptores principales son de tipo óptico, por lo que Razer empieza a extender su uso a casi todos los modelos que está presentado. Tienen la ventaja de que el clic se detecta inmediatamente y no hay retardo en la detección del siguiente clic al eliminar el tiempo de espera por posible efecto rebote de los interruptores tradicionales.
Incluye memoria interna para cinco perfiles distintos, y se puede cambiar entre ellos en un PC en el que no se tenga instalado Synapse 3.0 simplemente pulsando un botón en la parte inferior.
Su precio es de 69.99 dólares o 79.99 euros.