Sony ha tenido mucho éxito en los últimos años con sus sensores de imagen, y para intentar innovar y diversificar su catálogo ha anunciado los primeros «sensores de visión inteligente», que es como los ha llamado. Lo que hace inteligentes a unos chips que antes eran tontos es la inclusión de un procesador específico para inteligencia artificial (IA), que se usará en el procesamiento de las imágenes capturadas.
Los dos primeros chips de visión inteligentes de Sony son los IMX500 e IMX501, y están orientados a dispositivos que estén en las fronteras de las redes, componiéndose de un sector de imagen apilado con un procesador de IA con su propia memoria. Con la integración de un procesador de reconocimiento de imágenes lo que se pretende es reducir la información enviada a través de las redes haciendo el procesamiento en el dispositivo y enviando solo los metadatos de las imágenes capturadas y analizadas.
No es una solución perfecta porque el modelo de análisis del chips tendrá que ser reescrito en función de lo que se quiera detectar en las imágenes capturadas por el sensor de imagen. Pero a su vez tiene ventajas en lo que se refiere a privacidad de lo que aparezca en las imágenes ya que no se envía toda la imagen por internet, y también de reducción de coste de procesamiento y consumo.
Sony ha puesto un precio de 10 000 yenes (unos 86 euros) al sensor IMX500 y de 20 000 yenes al IMX501, aunque de momento son son sensores de prueba antes de su producción en masa. Con ellos esperan captar órdenes de fabricación de empresas que puedan darles un uso en sus proyectos actuales o futuros.