Xiaomi ha renovado su móvil para jugones con el Black Shark 3S, que introduce algunos cambios aunque no varíe excesivamente el móvil en sí. El tamaño y diseño exterior se mantiene, así como las características de la batería o sistema de cámara trasero. Lo que sí cambia es un poco la pantalla, que si bien mantiene el tamaño y tipo OLED de 16.9 cm (6.67 pulgadas) con resolución de 1080 × 2320, el refresco pasa de los 90 Hz a los 120 Hz, y el muestreo de toques sigue siendo de 270 Hz para que tenga mejor respuesta.
La pantalla incluye dos zonas de presión que son configurables por juego, y mejora el giróscopo para que detecte pequeñas sacudidas del móvil, las cuales pueden asignarse a la ejecución de macros en juegos. La pantalla sigue estando acompañada de altavoces estéreo.
El procesador pasa a ser a un ligeramente más potente Snapdragon 865+, contando en esta ocasión con 12 GB de RAM y 128/256 GB de almacenamiento, el cual mejora a tipo UFS 3.1. Retocan un poco el sistema de refrigeración interna del dispositivo, que sigue estando ideado para largas sesiones de juego sin que se calcinen las manos.
La batería es de 4720 mAh, y se carga con carga rápida de 65 W por un puerto USB tipo C. Alternativamente se puede usar un conector magnético de 18 W situado en la parte trasera para que el cable USB tipo C no moleste mientras se juega. Además del USB-C tiene un conector de audio de 3.5 mm.
La cámara en este dispositivo es de triple sensor. El principal tiene 64 Mpx, el secundario 13 Mpx de gran angular, y el terciario 5 Mpx para profundidad. La cámara frontal es de 20 Mpx. También dispone de wifi 801.11ax y Bluetooth 5.0. El modelo Black Shark 3 tiene 8/12 GB de RAM y 128/256 GB de almacenamiento, mientras que el Black Shark 3 Pro tiene 256/512 GB de almacenamiento.
El precio del BlackShark 3S es de 3999 yuanes o unos 501 euros al cambio directo sin impuestos. Habrá una versión de 12+256 GB por 4299 yuanes, que son apenas unos 38 euros más.