Huawei está en una situación comprometida tras el veto que ha establecido EE. UU. a TSMC para que produzca sus chips. Si bien está valorando alternativas como producir sus propios chips o que la china SMIC se haga cargo de parte de la producción, de momento no hay una solución buena para mantener en marcha la fabricación de decenas de millones de dispositivos cada trimestre. Por eso Qualcomm, aprovechando la oportunidad comercial, se ha ofrecido a Huawei para intermediar con el Gobierno de los EUA para venderle sus procesadores.
El movimiento aliviaría el problema que podría presentarse a principios de 2021 de que Huawei no tuviera procesadores Kirin disponibles para seguir produciendo teléfonos. Un pero de este trato sería que el coste de los dispositivos podría ser sustancialmente mayor y probablemente Huawei tendría que ajustar los precios, o decantarse por modelos más económicos de procesadores en lugar de los más recientes, lo que podría jugar en su contra. Aun así, algo es mejor que nada, porque también podría optar por mantener los precios bajos y eliminar sus márgenes de beneficio por mantenerse en un mercado que mueve decenas de miles de millones de dólares al año. El negocio para Qualcomm estaría estimado en unos 8000 millones de dólares.
Vía: TechPowerUp.