Corsair ha presentado una nueva serie de fuentes de alimentación cuya principal característica es la inclusión de un ventilador ARGB con el que encarecer el precio de la serie. Tampoco es que se pueda decir que a Corsair le faltan buenas fuentes de alimentación en el rango de precios que se mueve la serie CF-F RGB, por lo que es un añadido que me parece bien, y puede ser interesante para aquellos que quieran un poco más de discoteca en sus habitaciones.
La serie está compuesta por modelo de 550 W, 650 W y 750, y tienen un único canal de 12 V. El tamaño de las fuentes es compacto pese a llegar a 750 W, con 150 mm × 140 mm × 86 mm, y son totalmente modulares. Incluyen un certificado 80 PLUS Bronce y tienen protecciones frente a sobrecorriente (OCP), sobretemperatura (OTP), sobretensión (OVP) y cortocircuitos (SCP). El ruido a medida carga de estos modelos va de los 11 a 14 dB, con un ruido máximo en carga completa que se sitúa sobre los 30 dBA.
Todas incluye dos conectores EPS, un ATX, cuatro u ocho SATA según modelo, cuatro mólex, cuatro PCIe de 6+2 pines, un cable iCUE RGB para un concentrador de iluminación RGB de Corsair, y un adaptador iCUE RGB a ARGB para regular la iluminación en placas base de distintos fabricantes. También incluye un botón en la parte trasera para cambiar entre varios modos de iluminación predefinidos.
El precio del modelo de 550 W es de 80.90 euros, el de 650 W cuesta 87.90 euros, y el de 750 W cuesta 99.90 euros. Corsair proporciona una garantía de cinco años con estas unidades. Se ponen a la venta en octubre.