Una de las ventajas de la arquitectura que está usando Apple para sus procesadores ARM es que es altamente escalable, lo cual significa que pierde poco o ningún rendimiento al irle añadiendo núcleos. Cuestión aparte es el tamaño del chip resultante, porque a mayor tamaño tiene un mayor coste de producción, y por tanto los que esté preparando propios para usar en el Mac Pro no van a ser precisamente baratos. A ello apunta el último rumor, que poner configuraciones con precios a la renovación del Mac Pro que haría Apple en 2022.
Habría un primer modelo de 24 núcleos de alto rendimiento y 8 núcleos de bajo consumo (32 núcleos en total) de CPU con 64 GB de RAM y una gráfica de 32 núcleos por 5500 dólares, un segundo modelo de 36+12 núcleos, 256 GB de RAM y gráfica de 64 núcleos por 12 000 dólares, y una tercera configuración de 48+16 núcleos con 512 GB de RAM y gráfica de 128 núcleos por al menos 19 000 dólares. El almacenamiento iría de los 512 GB hasta los 8 TB.
El actual procesador M1 de la compañía tiene 4+4 núcleos y se ha visto que es muy potente para lo que es, por lo que de ser cierto competiría sin demasiados problemas en la parte alta del sector PC. Y así tendrá que ser porque Apple tiene un itinerario para eliminar el uso de los procesadores de Intel en todos sus equipos para finales de 2022. Esos procesadores del Mac Pro sin duda tendrían que hacer uso del proceso de 3 nm de TSMC para que no se disparara el tamaño de los chips y su consumo, pero otros rumores aseguran —y me los creo— que Apple acaparará la producción inicial de TSMC en ese nodo litográfico.
Vía: TechPowerUp.