La criptominería ha vuelto a estar detrás del desabastecimiento de tarjetas gráficas en los últimos seis meses, con una gran ayuda de Elon Musk que ha manipulado en su beneficio tanto el bitcóin como el dogecóin. Como no es un mercado regulado, la especulación está permitida, pero sigue siendo moralmente reprochable. Donde empieza a estar algo más controlado es en China, al menos el apartado del criptominado, ya que en la provincia de Sichuán se está llevando a cabo redadas contra las operaciones a gran escala de critpominería.
Sichuán era la segunda mayor región de China en operaciones de minado, pero en las últimas semanas se han cerrado varias operaciones. En concreto, veintiséis operaciones, ya que la provincia tiene acceso a energía hidráulica barata y por eso había atraído a los criptomineros. En otras regiones de China también se han cerrado decenas de operaciones de criptominado.
China está llevando a cabo una campaña contra las criptodivisas, llegando a solicitar a los bancos y sistemas de pago como Alipay que no participen en las transacciones realizadas con criptodivisas. Estas medidas de China, junto a otras relacionadas con Tesla no aceptando bitcoines y a que la gente ha empezado a sacar su dinero en grandes cantidades del sector, ha hecho que la disponibilidad y precio de las tarjetas gráficas haya mejorado sustancialmente en el último mes.
Por ejemplo, en China las RTX 3060 han pasado de costar unos 2200 dólares a unos 730 dólares. En Europa ha pasado la 3060 de no encontrarse en tiendas a tener unos precios que rondan los 700 euros. Estas burbujas suelen durar unos cuatro meses y estaba convencido en enero que para abril empezaría a dar síntomas de mejoría, pero Musk y otros factores han hecho que haya durado un par de meses más. A partir de julio la disponibilidad y precio de las tarjetas gráficas debería mejorar sustancialmente en todo el mundo.
Los criptomineros están moviendo sus operaciones de China a países con electricidad muy barata como Mongolia, y regiones más favorables a las criptodivisas como el estado de Tejas (EE. UU.). No sería raro que más países siguieran los pasos de China en un mayor control de las criptomonedas, y diría que están tardando en hacerlo.
Eso sí, la decisión de China tiene más que ver con el hecho de que ya ha contaminado en 2021 todo lo que se supone que tenía asignado para todo el año, por lo que va a tener que tomar otras medidas más drásticas si no quiere tener un problema de salud entre su población. China no tiene ningún problema en tirar de centrales de carbón para suministrarse de energía, y de hecho tiene en construcción decenas de centrales de carbón, gas y otros combustibles fósiles contaminantes, además de otras limpias de energía nuclear, eólica y solar. Para compensar un poco.
En 2020 producía tres veces más energía con carbón que todo el resto del mundo junto. Eso sí, hay que tener en cuenta que la expansión de uso de combustibles fósiles en China está motivado por el consumismo occidental porque China es donde se producen la mayor parte de los productos que consumimos. Así que si piensas que la culpa de que China contamine es solo de China, mira a tu móvil de Xiaomi y vuelve a pensar en ello.
Vía: TechSpot.