Valve se lo está tomando con calma con la producción del Steam Deck, aunque bien es cierto que en los últimos seis meses han ocurrido muchas cosas que han provocado roturas de inventario en muchas plantas de fabricación. Los confinamientos de China han trastocado los planes de muchas empresas, que han tenido que proveerse con componentes de otras fuentes. Esto es probablemente lo que haya ocurrido con la SSD del Steam Deck ya que la compañía está usando ahora modelos PCIe 3.0 ×2 en lugar de PCIe 3.0 ×4.
La compañía ha actualizado las características con esta información, diciendo que los compradores pueden recibir con uno u otro tipo de SSD. Dice también que según sus test no hay un impacto en el rendimiento de los juegos. Si son de calidad similar, aquí lo que suele importar es la velocidad de lectura/escritura aleatoria, ya que la secuencial máxima, que queda recortada a la mitad —unos 2000 MB/s en lugar de 4000 MB/s— en muy raras ocasiones se alcanza en el día a día.
En el Steam Deck, que solo tiene una SSD interna, menos aún porque no hay posibilidad de copiar un archivo de varios gigas de una SSD a otra SSD interna. Los juegos mueven muchos archivos pequeños, de recursos gráficos y audio por ejemplo, y si en ese apartado tienen características similares, este cambio, aunque algunos se sientan molestos, no debería tener ninguna importancia.