Los teclados compactos cada vez ganan más relevancia y el panorama ya no está dominado por los modelos extendidos, con teclado numérico. Por eso los fabricantes tienen que diferenciarse de la competencia, y en el caso de ROCCAT lo está haciendo con modelos de interesante diseño y características. En el caso del Vulcan TKL Pro de este análisis, es un modelo en color blanco con superficie de aluminio, lo cual le da un aspecto sensacional reforzada por su iluminación ARGB. Pero además de ser bonito es de altas prestaciones.
Videoanálisis
Desembalado
El Vulcan TKL Pro llega en una caja negra en el que destaca en su portada el hecho de que integra interruptores ópticos lineales. Por la parte trasera entra a otros aspectos, como su menor tamaño, los controles multimedia o su sólida construcción. Al abrir la caja se puede ver el teclado en una bolsa de plástico protector, y al retirarlo se verá el habitual libreto de instrucciones de uso y otra información adicional. En el lateral está el cable de conexión, ya que es retirable.
Desde un primer momento se puede apreciar que es un teclado bonito, con una plancha de aluminio con una carcasa y teclas en color blanco que le dan un gran aspecto. Le han puesto un bisel a la plancha de aluminio que queda especialmente bien. Las teclas son de media altura, de superficie ligeramente curvada para favorecer la escritura, lo cual se suele hacer para dejar ver más iluminación de los interruptores que están debajo de ellas. El Vulcan TKL Pro dispone de iluminación RGB personalizable por tecla, que activa le da al conjunto un gran aspecto.
Las teclas son de tacto suave y agradable, notándose la inscripción en su superficie si se pasa lentamente el dedo sobre ellas. En la parte superior derecha del teclado se puede ver un dial para el control del volumen de la música y un botón para silenciar. No es el diseño que más me gusta para este tipo de ruedas de volumen, pero al menos está bien posicionada.
Hay también una tecla Fn para conseguir atajos adicionales de teclado. Por ejemplo, para otras acciones de control de música como avanzar o retroceder de pista, controlar el nivel de brillo de la retroiluminación, o activar un modo juego.
En la parte inferior se pueden ver las almohadillas antideslizantes que hacen bastante bien su trabajo. Además, hay un par de patas para alzar el Vulcan TKL Pro, que para los que tengan las manos grandes añade una inclinación suficiente como para que no moleste su uso sin reposamuñecas. Para el resto de usuarios no es tampoco un teclado alto, pero por su PVPR de 160 dólares —aunque su PVP ahora es más bien de 100 dólares— no habría estado mal la inclusión de un reposamuñecas.
En el frontal del teclado hay una toma USB tipo C que es un buen añadido, sobre todo por el formato compacto para facilitar su transporte. En este formato de teclado debería ser obligatorio que los cables fueran retirables. Ese cable tiene 1.8 m de longitud, estando forrado de tela trenzada de color gris claro, con una clavija USB tipo A y esa USB tipo C en color blanco, así como una cinta para atar el cable.
Características
La expansión de los interruptores ópticos es una de las mejoras notables que se han hecho en los teclados jugones en los últimos años. El Vulcan TKL Pro incluye interruptores tipo Titan desarrollados por ROCCAT, con la ventaja en la durabilidad, minimización de latencia y eliminación de otros problemas como el tiempo de rebote que hay que ponerle a los mecánicos para evitar pulsaciones múltiples. En el modelo recibido se incluye la versión roja de estos Titan, que en la nomenclatura del sector significa que son lineales.
Estos interruptores alcanzan las 100 millones de pulsaciones antes de que puedan empezar a presentar fallos, el doble que los mecánicos normales. Tienen el punto de actuación a 1.4 mm con un recorrido total de 3.6 mm además de una fuerza medida de actuación de 45 gF. Por la orientación más competitiva la compañía ha creído suficiente ofrecerlo solo con los Titan rojos, aunque también tiene unos Titan marrones que me habría gustado ver como opción para este teclado.
Vulcan TKL Pro de ROCCAT | |
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Dimensiones | 360 mm × 133 mm × 34 mm |
Peso | 660 g |
Conexión | Cable USB |
Cable | 1.8 m |
Interruptores | Titán rojos de ROCCAT |
Disposición de teclado | Inglés (modelo analizado) |
Detección individual de teclas | Sí |
Muestreo | 1000 Hz |
Perfiles | 5 |
Extras | iluminación RGB por tecla, base de aluminio |
PVPR | 159.99 $ (negro nov. 2020, blanco dic. 2021) |
PVP | 99.99 $ (oct. 2022) |
La sensación de uso es bastante buena. Tienen cierta retención al final del recorrido que se agradece para no terminar aporreando la base del teclado, lo cual suele producir cansancio en los dedos. Eso hace que también lo encuentre bastante agradable de utilizar para escribir, aunque como he dicho prefiero los marrones, que cuentan con un punto táctil de actuación —una pequeña retención antes del punto de actuación para notar que se va a pulsar la tecla—.
El tamaño del teclado es de 360 mm × 133 mm × 34 mm con un peso de 660 g, por lo que está mejor para transportar y para ocupar menos espacio en el escritorio. Como suelo decir, me gustan más los teclados pequeños para mantener una mejor posición de los hombros y para no hacer largos recorridos con la mano para alcanzar el ratón
Programa de configuración
El programa de configuración de ROCCAT se llama Swarm y lo considero de los mejores del mercado. Los periféricos se actualizan a través de él y se pueden gestionar todos los de la compañía, descargándose perfiles cuando se conecta un nuevo producto. También da acceso a varios perfiles de ajustes que se pueden guardar directamente en el teclado.
Desde Swarm se puede controlar la iluminación del teclado, aunque se puede hacer en parte desde el propio teclado con la tecla Fn. Hay opciones para crear y gestionar macros, asignar atajos de teclado mediante la opción de Easy-Shift, una tecla que da acceso a un segundo nivel de atajos, etc. Es un programa muy completo que siempre encuentro fácil de usar, aunque también siempre digo que deberían darle un repaso a la traducción al español.
Compacto, bonito y óptico
El teclado Vulcan TKL Pro en color blanco me parece un espectáculo visual. Pero además de ser muy bonito es también un teclado preciso gracias a los interruptores Titan incluidos. Al incluir teclas multimedia y un cable retirable lo único que se echaría en falta es un reposamuñecas, pero tampoco es especialmente alto como para que sea imprescindible. El modelo en color negro pierde bastante gracias en el terreno visual, aunque las características técnicas sean las mismas.
La sensación de tecleo de textos es buena por lo que lo podrán usar incluso aquellos que son más proclives a favorecer los interruptores táctiles. Esa pequeña retención al final del recorrido le sienta bien a su posibilidad de usarse no solo para jugar. Junto con una gran calidad de fabricación y la configurabilidad que aporta Swarm, el resultado es un teclado muy bueno para jugar, que responde bien y que además llamará la atención de aquellos que buscan periféricos en color blanco, que cada vez son más aunque siguen sin tener demasiadas opciones disponibles.