Sasmung fue quien inició la era de los chips de NAND 3D con su denominación de NAND vertical (V-NAND), que era simplemente llevar el apilado de capas de memoria bastante más allá de las habituales cinco o seis capas a varias decenas. Y ya va por la octava generación, la cual se ha empezado a producir en masa para una nueva tanda de unidades de estado sólido de la compañía.
Estos chips tendrán una capacidad de 1 Tb (128 GB), con una velocidad un 20 % superior a la generación anterior, alcanzando los 2.4 Gb/s, el doble que la generación anterior. Está orientada a las SSD de tipo PCIe 5.0 ×4 las cuales tienen el potencial de alcanzar los 16 GB/s de transferencia aunque inicialmente van a llegar con una velocidad en torno a los 12 GB/s.
También serán chips que recaigan en las SSD de alto rendimiento de tipo PCIe 4.0, porque la de 5.0 van a tener un precio alto, unido al alto coste de las placas base que tienen PCIe 5.0. La producción de bits por oblea, una medida de densidad de bits relacionada con la reducción de costes, aumenta en esta generación un veinte por ciento.