Análisis: Air3 Deluxe HS de SoundPEATS

Los auriculares son una pieza clave tecnológica en el día a día, y mejor si son inalámbricos para poderlos llevar encima. Dentro de la parte baja del sector hay una marca que me resulta interesante, SoundPEATS, de la cual analicé su modelo Air3, y ahora voy a hablar de los Air3 Deluxe HS. No cambian mucho en realidad, puesto que estéticamente son casi iguales, salvo la caja, por lo que me centraré más en las diferencias en el sonido, que son las fundamentales.

Desembalado

La caja de los Air3 Deluxe HS es algo distinta de la usada en los Air3, algo más grande, en la que predomina el color blanco en lugar del negro. En este caso el estuche llega metido en una bandeja de cartón en lugar de una bandeja de un producto derivado del petróleo, lo cual veo bastante mejor. El estuche va envuelto en un plástico protector. Debajo de la bandeja hay un manual de uso, y en la parte superior, debajo de todo, esté el pequeñísimo cable USB tipo A a USB tipo C de apenas 15 cm y con una calidad bastante normalucha.

El estuche tiene un acabado en brillo en lugar de en mate, con solo un led que cambia de color para indicar el nivel de carga de la caja. Da sensación de más barato que el estuche de los Air3. También cuenta con un botón que sirve para forzar el emparejamiento de los auriculares. Es un estuche bastante pequeño por lo que hay más posibilidades de que entre en el bolsillo para monedas de muchos vaqueros. En la parte inferior del estuche hay una toma USB tipo C para la recarga.

El diseño de estos pinganillos sigue siendo a lo AirPods originales, para lo bueno y para lo malo. SoundPEATS los vende como un producto para deportistas y por eso tienen resistencia al agua IPX4 —en lugar de IPX5—, que es básicamente frente a sudor, por lo que no servirá para nadar o ducharse con ellos. En mi caso el diseño de los Air3 Deluxe HS hace que se queden bien en su sitio, no se mueven nada, aunque no ajusten demasiado al oído por lo que quedan con un sonido «abierto». Personalmente lo prefiero para que no se concentre tanto la presión en el canal auditivo.

Este tipo de auriculares, los intraurales, no los puedo llevar puestos más de dos o tres horas antes de que me empiecen a molestar, y con los Air3 Deluxe HS me ocurre lo mismo. Es una cuestión de donde van ubicados y su diseño, pero no tanto del peso ya que este modelo concreto es muy ligero. En ese terreno no darán problemas a nadie.

Características y uso

El principal cambio entre los Air3 y los Air3 Deluxe HS está en los códecs de audio. Ambos integran SBC, pero el primero además aporta aptX y aptX adaptable, mientras que el segundo recurre a LDAC, el códec avanzado de audio de Sony. Eso lleva un sobrecoste importante, que justifica el recorte en ciertos aspectos de estos auriculares como el estuche, que parece más barato.

LDAC es un códec de audio sobre Bluetooth que aporta bastante más ancho de banda en la comunicación, con el problema de deja menos margen en la comunicación para reducir las interferencias. El resultado es que la respuesta en frecuencia de la conexión es de 20 Hz a 40 000 Hz con una tasa de bits de 990 kb/s, casi el triple de la que ofrece aptX. Eso significa que la señal de audio va menos comprimida y que pierde menos detalle. Eso sí, los auriculares se quedan en los 24 bits y 96 kHz.

El estuche incluye una batería de 300 mAh y cada pinganillo incluye una de 30 mAh, la cual les da una autonomía para unas cinco horas a un volumen medio. El estuche aporta otras veinte horas de uso aproximadamente, con un tiempo de recarga de los pinganillos desde cero de una hora y media. El estuche también tarda lo mismo en recargarse desde cero a través del puerto USB tipo C. El estuche pesa 36.3 g con los pinganillos en su interior, mientras que cada pinganillo pesa solo cuatro gramos.

Los controles son táctiles, en el logo de cada auricular. Por ejemplo, con un toque se sube el volumen con el derecho y se baja con el izquierdo. Tienen sensor de proximidad, por lo que detecta si se ponen y se quitan para pausar la música o reproducirla de nuevo. La conexión funciona de manera fiable en los móviles, aunque en el Mac con el que los he probado, sobre todo jugando, se cortaba el sonido de vez en cuando. Hablando de juegos, hay un modo de baja latencia que vendrá bien para ello.

Hay micrófonos omnidireccionales, uno en cada pinganillo, pero como ocurría en los Air3 son funcionales y poco más, produciéndose algún chasquido o entrecorte de vez en cuando. Eso sí, la voz se escucha clara, dentro de la limitación en la grabación, pero solo si se habla más alto de lo normal. Aunque tengan cancelación de ruido ambiente, no es un punto en el que destaquen y por tanto son mucho mejores para escuchar música que para usarlos para videoconferencias. Si tienes a alguien al lado, es posible que se le oiga más a él que a ti en una llamada.

Hay un programa de configuración que es genérico para todos los auriculares de SoundPEATS. La aplicación llamada SoundPEATS está disponible para Android e iOS y en general funciona bien, pero resulta molesto tener que registrar una cuenta de usuario para poder usarla. Para los que quieran ecualizar el sonido para ajustarlo más a sus gustos, les vendrá bien. Tiene las opciones justas, incluida la activación del modo de baja latencia, y poco más.

En esta apli se puede elegir entre distintos perfiles de ecualización para diversos tipos de música, o crear un ajuste propio. No soy amigo de toquetear la ecualización porque las frecuencias que se mejoran por un lado se empeoran otras, pero hay usuarios a los que les gusta tener esa posibilidad. Se pueden reforzar los graves, pero no hay milagros. Desde esta aplicación también se actualiza el firmware de los auriculares.

Mejor sonido… siempre que se tenga LDAC

SoundPEATS es un fabricante de auriculares baratos, pero tras haber probado ya dos de ellos me deja con bastante buena sensación. Estos Air3 Deluxe HS son muy parecidos a los AirPods, aunque su limitado precio hace que su sonido sea bueno, pero no tan bueno como el modelo de Apple. Eso es difícilmente cuando el PVP de los Air3 Deluxe HS es de 42 euros y el de los AirPods de 150 euros o más, según el modelo concretoque se mire.

Los he probado primeramente en un iPhone y un PC, sin LDAC. En ese contexto, el sonido suena bien al principio, pero luego se nota demasiado brillante, haciendo que en las frecuencias altas haya picos que incomodan y no se termina de escuchar un sonido totalmente claro aunque suena bien, o al menos no suena mal. Por abajo se escucha algo embotado, algo retumbantes. Con Windows me ha pasado exactamente lo mismo. La respuesta en frecuencia se nota que dista de ser plana, pero en general, de esta forma suenan peor que los Air3.

Luego he ido al C33 de Realme que analicé hace unas semanas y que es compatible con LDAC, como deberían ser la mayoría de móviles Android de hoy en día, y la cosa cambia mucho. Además que se puede ir haciendo la prueba porque en los ajustes del dispositivo Bluetooth hay un interruptor para activar o desactivar LDAC y se puede comprobar cómo suena de ambas formas. Sin LDAC, el sonido es igual que en un iPhone o un Mac: bueno, pero exagerado en agudos y graves.

Con LDAC activado el sonido se escucha mucho más nítido, aunque todavía se puede apreciar, si se presta muchísima atención, algunos ruidos extraños muy de fondo y solo muy de vez en cuando. Pero los agudos están más acotados y bien formados, y los graves no retumban tan machaconamente en ciertas canciones. En este momento es cuando se puede apreciar de verdad la diferencia entre los Air3 y los Air3 Deluxe HS.

En este momento he podido pasar a probar las canciones habituales que uso para probar auriculares. Por ejemplo, Blood // Water de Grandson, donde compruebo cómo se comporta con los graves muy profundos que tiene la canción y que estos auriculares matan totalmente. Con otros intrauriculares que he probado durante el año pasado no ocurría de manera tan exagerada, pero es evidente que unos pinganillos de 40 euros iban a tener sus limitaciones.

En otras canciones más de guitarreo, como Bleeding Heart de Jimi Hendrix, los agudos suenan bastante mejor —y más limitados— gracias a LDAC y en ese terreno no le veo problemas. En cuanto a las frecuencias medias, las voces están bien representadas. Siguen sin tener una respuesta en frecuencia plana, pero con LDAC estos auriculares suenan mucho mejor.

Luego he pasado por Ramstein, Metallica, 30 Seconds to Mars, música de baile de David Guetta y similares, y algo de pop, Madonna o Katy Perry, entre otros. Se oye bastante bien en general, pero siguen sin estar a la altura de los Elite 5. Pero lo lleva en la diferencia de precio, que estos cuestan ya unos 40 euros y los de Jabra son 150 euros.

El tema del LDAC lleva a que es un problema usarlos fuera de Android porque no se escucharán del todo bien, o no tan bien como podrían sonar, y de hecho algunos podrían considerar que el sonido es molesto en un iPhone. En ese caso insisto en que es mejor ajustarse a los Air3, aunque tengan un precio similar, porque los tranductores no están afinados de la misma forma en uno y otro modelo. Eso incluye a los usuarios de Windows, que tendrán que asegurarse de que su sistema acepta LDAC. Un programa de ecualización como el de la apli de SoundPEATS podría solucionar algo el problema con algunas canciones, pero no lo conseguirá siempre.

Por lo demás, la autonomía es muy similar a la de los Air3, aunque el estuche incluya algo más de batería. Eso sigue siendo unas cinco horas de uso con el volumen al 50 % en el C33, lo cual ahora mismo puede saber a poco. El diseño me sigue gustando bastante, encanjando bien en mis orejas sin moverse. Son cómodos de llevar, al menos durante dos o tres horas, que es lo que me suelo cansar de usar este tipo de auriculares. El diseño del estuche es bonito, y aporta varias recargas adicionales, además contando con un conector USB tipo C.