Microsoft ha anunciado sus resultados del cuarto trimestre de 2022 —o el T2 de su año fiscal 2023—, y en general ha sido un buen trimestre, aunque no como para tirar cohetes. La compañía ingresó 52 747 millones de dólares, un 2 % más interanual, con unos beneficios de 16 425 M$, un 12.5 % menos. Dentro de lo que cabe, ni tan mal. Aun así, el negocio de licencias de Windows se ha hundido un 39 % interanualmente, aunque como Satya Nadella ha ido diversificando los ingresos de la compañía, ha conseguido mantener una senda ascendente.
Esa caída de ventas de licencias de Windows es un dato más que demuestra el hundimiento total del sector consumo y que premoniza muy malos resultados de NVIDIA, Intel y AMD. Aunque tampoco hay que irse muy lejos para verlo ya que las ventas de dispositivos de Microsoft se han desplomado también un 39 % interanualmente. También afecta a la venta de juegos y servicios de Xbox, que han caído un 8 %.
Lo que ha tirado del carro ha sido el fuerte aumento de ingresos de los servicios de la plataforma Cloud de Microsoft, un 22 %, las ventas de Office 365 que han mejorado un 11 %, Dynamics 365 otro 21 %, Azure y otros servicios en la nube un 31 %, los ingresos por Bing un 11 %, y los de LinkedIn un 10 %.
A pesar de los datos, la compañía prosigue sus planes de despedir a 10 000 empleados debido al enfriamiento de la economía. Pero esos despidos se deben a que la compañía, como la mayoría de tecnológicas, llevaron a cabo una carrera de contratación entre septiembre de 2019 y septiembre de 2022. Microsoft aumentó su plantilla en ese periodo un 53 % hasta los 221 000. Seguramente al despido de esos 10 000 empleados le siga más recortes de personal.
Vía: EnGadget.