Una de las series más características de ratones de Razer es la Deathadder, y el v3 Pro es un modelo que cuenta con las mejores características del mercado. La compañía se ha centrado en optimizar su forma para hacerlo más ergonómico, o más bien para que le resulte cómodo de usar a más gente. Además es un ratón bastante ligero, lo cual es cada vez menos raro de ver en un modelo inalámbrico, pero lo consigue además manteniendo una buena autonomía. El modelo que analizo es en color blanco, lo cual le da un buen aspecto como se verá, pero también está disponible en negro.
Videoanálisis
Desembalado
La presentación del Deathadder v3 Pro se hace en una habitual caja verde y negra, y desde el primer momento se ve que el blanco le sienta muy bien a este ratón. La compañía destaca su bajo peso en la portada, la conectividad inalámbrica, la ergonomía mejorada y el sensor mejorado como puntos fuertes. En la parte trasera hay alguna cuestión adicional, como su autonomía o los interruptores ópticos para los botones principales, por lo que te puedes hacer una buena idea de lo que tiene que ofrecer el ratón. Parecen cosas obvias, pero muchas veces las compañías no dan casi información del producto en la caja, lo cual resulta cuanto menos curioso.
Al abrir la caja se puede ver el ratón en una bandeja de plástico —lo cual se podía evitar—, debajo de la cual hay una caja y un adaptador del que hablaré en un momento. Dentro de la caja está la guía de inicio rápido, las habituales pegatinas con el logo de Razer, una nota de agradecimiento por la compra, unas gomas para pegarle en los laterales para mejorar el agarre, y el cable de conexión.
Ese cable es de tipo Speedflex, de 1.8 m de longitud, forrado de tela trenzada en color blanco, con un conector tipo C en un lado y otro USB tipo A en el otro. Es muy flexible, no se enreda nada, y en general es un buen detalle que Razer también preste atención al cable de este ratón aunque se vaya a usar el 99 % del tiempo de manera inalámbrica.
El adaptador incluido tiene una toma USB tipo C en un lado y una USB tipo A en el otro. En esta última está situada por defecto el adaptador USB inalámbrico, de un tamaño muy pequeño como viene siendo habitual. A este tipo de conexión la llama Hyperspeed, siendo totalmente estable. Nunca me ha dado problemas. Es una pena que por los 160 euros que cuesta no disponga de Bluetooth, porque además el Deathadder v2 Pro sí tenía Bluetooth.
Entrando ya a inspeccionar el Deathadder v3 Pro, lo primero de lo que hay que hablar es de la ergonomía. Personalmente me parece excelente, y a la hora de usarlo me he sentido mucho más cómodo que el modelo anterior, sobre todo porque los cambios son para que se pueda usar con la palma y no solo con los agarres de yemas y garra. Pero sigue siendo más apto para usar con garra porque los botones son más amplios, pudiéndose clicar incluso desde la mitad del ratón. Es algo que no se ve mucho y que resulta superpráctico.
El diseño tiene cierta caída a la derecha para tener una posición más natural de la muñeca mientras se usa. Además, permite dejar los dedos meñique y anular en mejor posición en el lateral, aunque realmente prefiero como se hace en el diseño del Naga, con un escaloncito para el anular, lo cual hace que sea mi ratón preferido. Me siento incómodo cuando el anular y el meñique están juntos, sobre todo en verano, y con un pequeño cambio en el lateral en este ratón se pueden dejar algo más separados.
Los dos botones del lateral izquierdo, los únicos adicionales que tiene este ratón, se han movido un poco más arriba para que sean más cómodos de usar sin riesgo de clicarlos por accidente. Mi ratón diario es el Naga Pro de la propia Razer —lo compré a su PVPR después de analizarlo—, pero con los pequeños cambios introducidos al diseño del Deathadder v3 Pro reconozco que me sentiría tentado a darle el cambiazo, al menos para jugar. Además, en color blanco este ratón es muy bonito. Tiene una superficie con una gran sensación al tacto, ligeramente rugoso, pero a la vez suave.
En la parte frontal del ratón se puede ver la toma USB tipo C para el cable, lo cual siempre es positivo aunque la compañía haya tardado en abandonar el micro-USB. Por otro lado, en el reposapalma se puede ver el logo de la compañía. Siguiendo la línea de la serie Deathadder, el reposapalma baja suavemente hasta la superficie en lugar de quedarse cortado en vertical algo antes como ocurre con la serie Naga. Eso hace que me resulten ligerísimamente incómodos de usar hasta que me acostumbro en un rato de usarlos.
En la parte inferior tiene tan solo el botón de encendido y ciclo de conteo del sensor, así como el propio sensor diseñado por Razer. Hay cuatro almohadillas algo pequeñas hechas de teflón puro, pero que teniendo en cuenta que el ratón solo pesa 64 g no se necesita más. La sensación de deslizamiento es excelente, y para jugar no será un problema. El Deathadder v2 Pro tenía un hueco en la parte inferior para guardar el adaptador USB, pero Razer también ha prescindido de ello en este modelo así como del Bluetooth.
Características
Dejando atrás el desembalado e inspección visual y entrando en las características técnicas, este ratón tiene un tamaño bastante estándar, de 128 mm × 68 mm × 44 mm, por lo que está más orientado a los que tengan mano de tamaño medio o grande, sobre todo manos grandes. Su peso es de 64 g, como he comentado anteriormente, notándose ligerísimo a la hora de moverlo por cualquier superficie.
Los interruptores de los botones principales son los ópticos de tercera generación de Razer, lo cual veo ya como algo imprescindible. No es que se note una gran diferencia cuando cambias de un modelo con interruptores mecánicos a uno que tenga ópticos, pero al cambiar al revés sí que se nota bastante más.
DeathAdder v3 Pro de Razer | |
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Dimensiones | 128 mm × 68 mm × 44 mm |
Peso | 64 g |
Conexión | cable, adaptador USB inalámbrico |
Mano | derecha |
Agarres preferentes | garra, yemas, palma |
Sensor | Focus Pro 30K |
Sensibilidad | 30 000 PPP |
Velocidad | 750 IPS |
Aceleración | 70 G |
Muestreo | 1000 Hz, 8000 Hz con el HyperPolling que se vende por separado |
Botones adicionales | dos en el lateral izquierdo |
Autonomía | 90 h a 1000 Hz, 17 h a 8000 Hz con el receptor HyperPolling que se vende por separado |
Memoria interna | un perfil |
Extras | interruptores ópticos |
Cable | Speedflex, 1.8 m, flexible, USB tipo C a USB tipo A |
Mano | diestro |
PVPR | 159.99 € |
Esos interruptores ópticos hacen que por muchos clics que se hagan, todos quedan perfectamente registrados al eliminar el tiempo de rebote del interruptor mecánico para evitar que, mientras se estabiliza tras el clic, pueda interpretarse como clics adicionales. También hace que los clics de los interruptores ópticos sean más rápidos, casi instantáneos. Además, Razer usa un sonido de clic muy agradable.
El sensor incluido es un Focus Pro 30K de Razer, el cual tiene una sensibilidad de 30 000 PPP, una velocidad de 750 PPS y una aceleración de 70 G. Son las mejores características del mercado. Pero como digo siempre, la mayoría de usuarios tendrían suficiente con un sensor de 3000 PPP. El motivo para mejorar la sensibilidad o conteo de píxeles del ratón es la de darle más precisión. Aquí Razer habla de que su Focus Pro 30 K tiene un 99.8 % de precisión, frente a un 99.4 % de los mejores modelos de otras compañías. Vamos a convenir que 0.4 puntos de diferencia no es gran cosa, pero ayuda a darle una mejora en situaciones o superficies más complicadas sobre las que mover un ratón.
Razer habla de una autonomía de unas 90 h de uso por el adaptador USB a 1000 Hz, y de unas 17 h si se usa con el muestreo a 8000 Hz a través del adaptador HyperPolling que se vende por separado. No he tenido ningún problema de autonomía con este ratón: usándolo unas 10 a 12 horas al día me ha durado una semana entera antes de llegar al 10 % de batería. Es suficiente para el jugón medio, y la inclusión de un cable adecuado para jugar mientras se recarga es otro aspecto positivo de este Deathadder v3 Pro.
Programa de configuración
Razer cuenta con el mejor programa de configuración del sector de los periféricos, Synapse 3.0, al que solo se le puede echar en cara que solo esté disponible para Windows, cuando la versión anterior estaba también disponible en macOS. Siempre se puede configurar el ratón en un Windows, guardar la configuración en el perfil interno, y luego usarlo sin problemas en macOS o Linux, pero es menos práctico. Por ejemplo se podría configurar desde una máquina virtual. Pero teniendo en cuenta que cada vez más gente juega en Linux (con la Steam Deck, por ejemplo) y en macOS por el enorme aumento de potencia gráfica de los Mac actuales, es una pena que Razer no lo porte a otros sistemas operativos.
Sea como sea, no se puede negar que el programa está bien pensado, da muchas opciones de configuración, o más bien las justas ya que en este caso el Deathadder v3 Pro no tiene iluminación por lo que no hay nada que configurar en ese terreno. Por eso las opciones se centran en el sensor y su calibración en la superficie, junto con el resto de opciones habitual de integración en aplicaciones de terceros. Synapse 3.0 me gusta más que los programas de Corsair o Logitech, los cuales tienen ciertas carencias en opciones, diseño o usabilidad, por lo que no siempre son tan intuitivos como la de Razer.
Ligero, preciso y más ergonómico
Razer cuenta con varias líneas estrella de ratones, y la DeathAdder es una de ellas. El aspecto de este modelo es similar a anteriores, pero ciertamente lo ha optimizado bastante haciendo me guste más. El modelo anterior DeathAdder v2 era peor para mi tipo de agarre, con la palma, pero este ha mejorado sustancialmente y de ahí que podría plantear usarlo a diario. Me he sentido más cómodo con él, aunque personalmente sigo prefiriendo el diseño del Naga por lo que he comentado anteriormente.
Pero soy capaz de notar y apreciar las mejoras en ergonomía que le ha dado Razer a la serie, y me parecen positivas para que haya más gente que lo pueda encontrar cómodo. Los que tengan un agarre tipo garra también, porque el que se puedan pulsar los botones principales desde casi la mitad del ratón favorecerá en su uso a los que tengan manos más pequeñas.
Me gustan esos 64 gramos para ser inalámbrico, porque favorezco los ligeros para jugar aunque prefiero los pesados para trabajar. Junto a las almohadillas de teflón puro, el deslizamiento es sensacional. Eso hace que sea aún más necesario un buen sensor, y el Focus Pro 30K es altamente preciso y una buena opción para este gran ratón.
Se puede echar de menos algún botón adicional más, aunque en este caso el diseño es solo para diestros. Dos botones solo en el lateral izquierdo saben a poco, pero es comprensible debido al aumento de tamaño de los botones superiores. La inclusión de más botones habría hecho que fuera un ratón más pesado, por lo que al menos entiendo la decisión de diseño de Razer, porque además no todo el mundo les va a sacar provecho. Se echa un poco en falta que sea Bluetooth, pero eso nuevamente habría añadido peso y precio a este modelo, pero se hace raro que no lo tenga siendo de los más caros del mercado.
Junto con probablemente el mejor programa de configuración, Synapse, y una buena autonomía, el DeathAdder v3 Pro es un ratón sensacional… con un alto precio. Lo cual me lleva a la otra pega que le veo, y es que no se incluya por defecto el adaptador para usarlo con un muestreo de 4000 Hz por los 160 euros de PVPR que tiene. Me resulta difícil de entender que para aprovechar al máximo un ratón de 160 euros haya que gastarse otros 35 euros en el adaptador Hyperpolling. Me habría gustado probarlo con ese muestreo, pero tendrá que ser en otra ocasión. Y espero que el DeathAdder v4 Pro, cuando lo saquen, lo lleve de serie.