Razer ha ido cambiando la orientación del BlackWidow a cada iteración que ha puesto en el mercado, y el BlackWidow v4 Pro vuelve a ser un modelo con teclas de macros dedicadas. Pero no solo eso, sino que intenta que además sea un teclado con el que ser más productivo con algunas adiciones como un práctico dial con aires de ser una consola de edición simplificada. Como el teclado insignia de la compañía, no le falta de nada para que los jugones tengan la mejor experiencia de juego.

Videoanálisis

Desembalado

La portada de la caja del BlackWidow v4 Pro deja claros los aspectos más interesantes del teclado. Bueno, al menos dos de los tres que resalta, porque la iluminación es excelente pero no es la gran novedad de este modelo. Lo son todo el conjunto de teclas adicionales que incluye y que le da la enorme versatilidad que tiene este teclado. No es apto para aquellos que no quieran dedicarle tiempo a explorar y configurarlo a sus necesidades como iré comentando a lo largo del análisis.

Al abrir la caja se puede ver el teclado en una funda de plástico protectora, y debajo de él está el habitual manual de uso que no estaría de más echarle un vistazo para ver las acciones que se pueden hacer con la tecla FN, entre otros. Eso incluye cómo grabar las macros al vuelo o cómo cambiar la iluminación RGB personalizable por tecla que incluye el BlackWidow v4 Pro. Dentro del manual están las habituales pegatinas que ofrece la compañía en sus productos. Dentro del encarte de cartón están los dos cables de conexión, aunque uno es obligatorio y el otro opcional.

Nada más cogerlo se nota de buen peso, con una estructura muy sólida y con un diseño limpio. Las teclas incluidas son de tipo ABS de doble inyección, con una sensación de tecleo muy buena, aunque son interruptores mecánicos táctiles y ciertamente hacen cierto ruido con una ligerísima componente aguda al final. Este análisis lo he escrito con este teclado, y tras acostumbrarme a su disposición estadounidense —de momento no está disponible con la española— no he cometido fallos de tecleo.

La parte superior del teclado es de aluminio 5052 con buena sensación al tacto. En la parte izquierda destaca el dial de selección, una rueda con clic que tiene una serie de funciones predefinidas, así como las cinco teclas de macros y tres botones adicionales en el lateral izquierdo. El dial puede cambiar el modo de funcionamiento del resto de estos botones, y cambiará de color para indicar en qué perfil de uso está al pulsarlo. Se puede ir hacia atrás pulsándolo junto a las mayúsculas, ya que puede tener muchos modos de uso.

Las teclas de macros tan cerca del teclado principal siempre hace que me tenga que acostumbrar a ello. Suelo dejar la mano en el lateral, y no es raro que al principio la deje sobre las teclas de macros y me equivoque al pulsar las teclas. Dejarla instintivamente en la zona entre teclas de macro y la zona principal lleva tiempo.

Los tres botones laterales son más finos y con una superficie lisa con acabado en brillo. Tienen un clic muy agradable, aunque también al principio al recolocar el teclado he pulsado alguna de ellas. La primera por arriba por defecto es para abrir la aplicación Recortes de Windows.

En la parte de la derecha están las teclas multimedia dedicadas, con una rueda para el volumen y cuatro teclas dedicadas para cambiar de pista, pausar/reproducir y silenciar. Tiene su propia iluminación con un tacto agradable. La rueda no tiene una posición tan cómoda como cuando está sobresaliendo del lateral derecho del teclado, pero es una cuestión de gustos.

En la parte inferior se pueden ver ocho almohadillas que permiten fijar perfectamente el teclado sobre la mesa en su justa medida, ni demasiado poco ni en exceso. Hay un sistema de patas con dos niveles posibles de alzamiento. Para usarlo he optado por la altura mayor porque me he sentido más cómodo.

Se incluye un reposamuñecas de fijación magnética que además tiene unos pines para comunicarse con el teclado, que es para la alimentación de la iluminación ARGB que tiene y su configuración. El propio teclado también tiene este tipo de iluminación a todo su alrededor. Con ella activa es realmente un teclado muy vistoso y será del agrado de los más jugones. El reposamuñecas tiene una superficie de cuero sintético afelpado de tacto muy agradable, con una capa interior de viscoelástica. Aunque te da la sensación de que tienen una altura muy alta las primeras veces que lo uses, cuando llevas unos días usándolo la cosa cambia.

En la parte posterior del teclado hay dos conectores USB tipo C, uno para la alimentación y gestión del teclado y el otro para dar servicio al puerto USB tipo A que tienen a su lado y por tanto es un cable opcional. Esos cables son de 2 m de longitud, forrados de tela trenzada y de muy buena calidad. Van a un puerto USB tipo A del equipo anfitrión.

Características

El BlackWidow v4 Pro es un teclado grande, de 466 mm × 152.5 mm × 44 mm, con un peso de 1128 g. Con el reposamuñecas puesto mide 237.5 mm de profundidad y pesa 1530 g, pudiéndose quitar y poner sin problemas gracias a ser magnético. Es un tamaño y peso bastante ajustado a lo que incluye el teclado, sobre todo debido a ese ancho extra que tiene por las teclas de macros.

Los interruptores del modelo recibido son los habituales mecánicos de tipo verde de Razer, que son táctiles de clic sonoro con una fuerza de actuación de 50 cN, un recorrido hasta el punto de actuación de 1.9 mm, y un recorrido total de 4 mm. También está disponible con los de tipo amarillo, que son lineales de acción rápida porque el punto de actuación está a 1.2 mm y requieren algo menos de fuerza de actuación, 45 cN, y tienen un recorrido total de 3.5 mm. Son bastante más silencioso.

BlackWidow v4 Pro de Razer
Dimensiones466 mm × 152.5 mm × 44 mm
Peso1128 g
ConexiónCable USB
Cable1.8 m USB
InterruptoresRazer verdes (no intercambiables)
Muestreo8000 Hz
Teclas de macros5
Teclas multimediasí, rueda de volumen y botones de control
Detección individual de teclascompleta
Memoria interna5 perfiles
ExtrasRGB por tecla, contorno iluminado ARGB, dial de control, botones de perfil
PVPR269.99 euros o 229.99 dólares

Tienen una vida útil superior a las cien millones de pulsaciones, con protección extra frente a líquidos y polvo. Además, llegan prelubricadas, y la estructura del teclado cuenta con dos capas de espuma amortiguadora para reducir al máximo el ruido, aunque con los verdes no hay milagros posibles porque son de clic sonoro. Pero al menos no se escuchará prácticamente el ruido del golpeteo de las teclas.

El muestreo del puerto USB se puede hacer hasta a 8000 Hz, aunque se avisa que puede requerir más procesamiento de CPU del habitual. En mi caso no he notado retardos con un NUC 11 Enthusiast con el que he probado principalmente el teclado con un mero Core i7-1165G7. Es una forma adicional de mejorar la respuesta de los interruptores mecánicos.

Las teclas incluyen iluminación RGB de configuración independiente, pero en este caso Razer ha añadido una lente que mejora el brillo al acercarlo más a la tecla y también mejora la dispersión de la luz. Es un sistema algo más vistoso y con un buen nivel de brillo máximo.

Programa de configuración

El programa Synapse 3.0 es el más completo del mercado y que mejor funciona, aunque se limite su uso a Windows. Desde él se puede configurar todos los parámetros del BlackWidow v4 Pro, que en este caso se centra en la configuración de todos los botones adicionales que tiene, que no son pocos.

El dial de selección tiene su propio apartado, pudiendo añadir una serie de modos predefinidos entre los que se rota pulsando el dial, o se pueden crear nuevos modos de una larga lista de posibilidades. Por ejemplo, se puede asignar al dial un modo de operación en Photoshop que controle con su giro el tamaño del pincel, que cambie la visibilidad de la capa actual, y acciones similares que sean cómodas de usar con el dial.

Es una forma de tener una consola de edición suficientemente versátil, porque además en cada modo de uso del dial se le pueden asignar acciones distintas a las teclas de macros y a los botones laterales. No es un teclado solo para jugones, sino que los usuarios profesionales pueden sacarle mucho uso. Incluso los prosumidores que creen vídeos pueden crearse un modo de uso del dial que permita acciones de control del volumen del micrófono, silenciarlo, añadir efectos en Twitch, entre otros. La única pega que podría tener es que los modos personalizados no se guardan en la memoria del teclado, sino que se guardan en la cuenta de usuario de Synapse 3.0 y por tanto siempre hay que tenerlo instalado con este teclado.

La asignación de acciones adicionales a través de HyperShift, una tecla designada que activa un segundo uso a cualquier tecla, es un aliciente para los que no les baste con tener teclas de macro. Bien configurado, el teclado da acceso a una legión de atajos a todo tipo de acciones, dentro y fuera de los juegos. Las macros se pueden grabar al vuelo combinando la tecla FN con otras, pero también se pueden gestionar desde Synapse 3.0.

Algunas de las acciones asignables se interconectan con otros periféricos de la compañía. Por ejemplo, pulsando una tecla del BlackWidow v4 Pro puedes cambiar algún parámetro del un ratón como el Naga Pro. En la pantalla principal es posible cambiar el muestreo del teclado hasta los 8000 Hz. También se puede activar un 'modo juego' que desactiva la tecla de Windows y la de Menú/aplicaciones, entre otros usos, y dejarlo siempre activado o cuando se entre a ciertos juegos.

El otro apartado a configurar es la iluminación, que aunque se puede cambiar al vuelo usando la tecla FN así como el brillo de la retroiluminación con el dial, desde aquí se pueden crear efectos personalizados con el Chroma Studio, y sincronizarlos con otros periféricos de la compañía o de otras compañías que sean compatibles con el Synapse 3.0. Este programa es muy completo, funciona siempre bien, y si el teclado tiene para varios perfiles se puede gestionar cada uno de ellos perfectamente.

¿El mejor del mercado?

Cada periférico tiene su perfil de usuario, y el del BlackWidow v4 Pro está más definido que incluso el de modelos anteriores de esta serie. La adición de teclas adicionales, el dial y los botones laterales es para un tipo de jugón que quiera aprovecharlos al máximo. De otra forma habrá teclados que le den el mismo servicio costando bastante menos. Porque con un precio de 230 dólares o 270 euros, es como para explorar y aprovechar al máximo todo lo que ofrece el BlackWidow v4 Pro. Pudiendo pasar por una consola de edición, no me parece tampoco un precio excesivo.

Si eres de este tipo de jugador, no vas a encontrar mejor teclado en el mercado. Que no sea inalámbrico no es un problema teniendo en cuenta los 8000 Hz de muestreo de las pulsaciones. Siempre hay alternativas Bluetooth, por ejemplo el BlackWidow v3 Pro de la propia Razer, pero se pierde toda la utilidad adicional de los botones extras, por lo que este modelo casi no tiene competencia en el mercado actual.

No hay ningún aspecto malo en este teclado que no caiga en cuestiones de gustos. Si no te gustan los interruptores verdes de Razer, que son de punto actuación táctil (como los MX marrones), está disponible con los amarillos, que son lineales (como los MX rojos). Son modelos mecánicos, con una respuesta perfecta cuando se juega gracias a combinarlos con el muestreo a 8000 Hz.

El sistema de iluminación es visualmente potente, como siempre ocurre en los teclados de Razer, con el añadido de que se extiende a los reposamuñecas por lo que tiene un extra de vistosidad. Además, ese reposamuñecas es de máxima calidad, muy muy cómodo de usar. La adición del puerto USB puente es siempre útil, por ejemplo para el adaptador de un ratón inalámbrico o uno auriculares.

De las teclas extras, no tengo mucho más que decir. Son el mejor sistema que he visto hasta ahora de macros, y no solo son para macros. La inclusión del dial es muy útil para ciertos efectos, por ejemplo de zum en ciertas aplicaciones y puede pasar perfectamente como una pequeña consola de edición. Los botones laterales para acceso rápido a acciones como los pantallazos o la Xbox Game Bar son útiles. Las teclas de macros totalmente configurables es algo que llevaba tiempo sin ver en un teclado de primera línea, y son una buena inclusión para dar variedad al catálogo de Razer.