Aunque el grueso de las ventas de escáneres litográficos las hace la neerlandesa ASML, a mucha distancia se encuentran Nikon, Tokyo Electron y Canon, empresas que también venden maquinaria para luz ultravioleta profunda. El Gobierno de los EE. UU. al final ha arrastrado a Japón a prohibir la venta de este tipo de maquinaria a China, en un intento por frenar el acceso del país asiático a mejores chips que se puedan usar en inteligencia artificial para el desarrollo de armamento.
Pero como suele ocurrir, este tipo de vetos lo único que están consiguiendo es que la producción propia de chips en China se haya acelerado sustancialmente. Huawei ya tiene maquinaria litográfica propia para producir a 14 nm, que se podrá usar a no mucho tardar para procesos litográficos más avanzados, de 10-12 nm. También están desarrollando maquinaria para luz ultravioleta extrema, por lo que estas sanciones en breve serán inútiles.
Puede que China no tenga acceso en cantidad a chips con diseños propios fabricados a menos de 10 nm ahora mismo —SMIC sí es capaz de producirlos en baja cantidad dentro del país—, pero eso solo significa que tendrá que crear muchos más centros de datos de mucho mayor consumo para compensar, contaminando más el medioambiente con la apertura de nuevas centrales de carbón, que es el camino elegido por China para dar una solución rápida a la crisis energética que atraviesa. Claramente estos vetos no están beneficiando a la lucha contra el cambio climático.
Yasutoshi Nishimura, ministro de Economía de Japón, ha indicado que «contribuiremos a mantener la paz y seguridad internacional», que es al final lo mismo que está vendiendo EE. UU. para estas sanciones. Se une al veto de Países Bajos de exportación de maquinaria litográfica avanzada a empresas chinas, que recientemente se ha extendido al de todo tipo de maquinaria de luz ultravioleta profunda usada en procesos litográficos poco punteros.
Vía: EnGadget.