Las leyes importantes avanzan despacio en la Unión Europea, porque va a tardar cuatro años en dar una solución a la crisis de los chips de 2020 y la ruptura de la cadena de suministros de 2021. La baja producción de chips en la UE, en torno al 10 % del total, dejó muy tocada a diversas industrias de la región, sobre todo automovilísticas. Le da una solución mediante una ley de chips que tiene una dotación económica de 43 000 millones de euros, para la cual se ha llegado a un acuerdo entre el Parlamento Europeo y las Estados miembro.
La ley echó a rodar el 8 de febrero de 2022 con la idea de evitar o minimizar futuros cortes al acceso de chips. Pone en el foco la intención de la Comisión Europea de que se alcance un 20 % de la producción mundial de chips dentro de la Unión Europea para el 2030. La inversión se realizará mediante una colaboración público-privada y una dotación inicial de 6200 M€ para la creación de una plataforma de diseño de chips y para la cualificación de trabajadores en la UE que ayude a las empresas a diseñar y producir sus chips.
La mayor parte de la inversión de 43 000 M€ se centrará en la producción de chips por lo que es algo que dependerá de lo que la UE consiga atraer a los fabricantes de chips. Intel va a recibir una gran parte de estas subvenciones con sus planes de expansión por la Unión Europea, aunque los tienen en proceso de revisión por la coyuntura económica.
La última parte de la inversión tiene que ver con la creación de una red y mecanismos de coordinación para la supervisión de los suministros de semiconductores entre los Estados miembros para que así la UE se adelante a futuras crisis de chips.
Vía: Unión Europea, Tom's Hardware.