EUA lleva más de cinco años realizando vetos comerciales a China en base a sus propios intereses, lo cual puede ser legítimo aunque en el proceso está arrastrando a otros países a que le sigan a cambio de contrapartidas. Sobre todo en el sector de los semiconductores, donde la tecnología estadounidense es omnipresente. Las últimas prohibiciones de venta de chips fabricados en China han sido respondidas por su gobierno con una prohibición parcial al uso de los chips de la estadounidense Micron.
Tampoco es que China pueda vetar ahora mismo totalmente el uso de chips de DRAM y NAND de Micron, por lo que lo va a limitar a su uso en infraestructura crítica. Más o menos como empezó Trump con los vetos a Huawei y otras compañías, para luego Biden expandirlo a la producción de semiconductores.
La base para esta prohibición es que la Administración China del Ciberespacio ha encontrado que los productos de la estadounidense Micron entrañan graves riesgos de seguridad a la infraestructura china de la información. El veto, en base a las leyes de seguridad en redes de comunicación y otras leyes relacionadas, prohíbe que las compañías chinas utilicen la memoria de Micron, pero no evita que compañías extranjeras hagan uso de ella.
China supone el diez por ciento de los ingresos de Micron, aunque no está claro qué porcentaje perderá tras esta prohibición. A su vez, las compañías chinas tendrán que comprar los chips de memoria de SK Hynix o Samsung, a las cuales EUA quería comprometerse a ocupar el vacío que iba a dejar este veto, pero no se sabe si lo habrá conseguido. Hay una buena cantidad de compañías chinas que producen chips de memoria NAND y DRAM, como YMTC, por lo que el suministro no debería verse especialmente afectado. Por ahora, y salvo que prohibiera todo uso de los chips de Micron, es más una advertencia por parte del gobierno chino que una amenaza real.
Vía: EnGadget.