El mundo de la computación cuántica va más allá de los cúbits superconductores que se han venido anunciando por compañías como Intel, Google, D-Wave, o IBM. Existen otras tecnologías de cúbits prometedoras como la que emplean átomos neutros, iones implantados en macromoléculas y trampas de iones, y que no todas necesitarían una temperatura tan extremadamente baja como los basados en superconductividad.
Ahora, IonQ se ha posicionado a la vanguardia de la tecnología de trampas de iones al desarrollar un ordenador cuántico equipado con 35 cúbits algorítmicos un año antes de lo previsto. Los planes de IonQ ahora pasan por alcanzar los 64 cúbits en 2025, 256 cúbits en 2026, 384 en 2027, y 1024 en 2028.
Su técnica se basa en la producción de cúbits utilizando átomos ionizados, que se mantienen aislados y confinados en un campo electromagnético. Posteriormente, se enfrían para reducir el ruido computacional y se utilizan láseres para operar con ellos.
Las trampas de iones, en las que confían empresas como IonQ y Honeywell, se postulan como la principal alternativa a los cúbits superconductores. Aunque estos últimos han permitido un rápido incremento en el número de cúbits en un ordenador cuántico, son más propensos a errores que los cúbits de trampas de iones.
Vía: HPCWire.