Análisis: Realme C67 review en español

Realme ha renovado su gama media para este 2024 con un interesante C67, que es un sucesor de móviles anteriores como el C53. No ha hecho grandes cambios en el terreno del diseño externo pero sí en el de los componentes, manteniendo un PVPR similar de 159 euros, al menos en los primeros compases de su puesta a la venta. Pero hay detalles interesantes, como es la inclusión de Android 14, que hace que destaque un poco más en el apartado de la autonomía.

Videoanálisis

Desembalado y características

El C67 llega en la habitual caja amarilla que usa Realme para sus productos. Muestra información del producto en su parte posterior, quedándose en cuestiones genéricas. Nada más abrir la caja se ve una carpeta de cartón en la que se incluye una funda transparente y una pequeña guía con información relevante.

A continuación está el móvil en una bolsa protectora, y con un cartón en el que pone en grande las características más importantes que tiene. Debajo de este está el cargador de 33 W y un cable USB tipo A a USB tipo C, ambos en color blanco. El cargador lo veréis que es el anglosajón por la unidad que he recibido para analizar, pero obviamente el C67 llegará a cada país con el cargador que corresponda.

El procesador es un Snapdragon 695, acompañado de 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, lo cual le dará bastante fluidez y una autonomía mayor frente a otros procesadores que se ven en esta parte del mercado. Incluye una batería de 5000 mAh con carga rápida de 33 W (11 V y 3 A), por lo que se puede calcular fácilmente que tardará en torno a una hora y media en recargar totalmente desde cero.

Este móvil tiene un tamaño de 164.6 mm × 75.4 mm × 7.6 mm y un peso de 185 g, que cae en lo habitual. Su pantalla IPS es de 17.1 cm (6.72 in) y FHD+ de 90 Hz, de buena calidad aunque con unos marcos de pantalla más generosos. Se integra bien en el diseño del móvil, que es uno de los puntos fuertes de este modelo, aunque tampoco difiera mucho de modelos anteriores de la compañía. Tiene un balazo central para la cámara frontal, de 8 Mpx y calidad normal.

Da una buena sensación de agarre. No es resbaladizo, y se nota equilibrado a pesar de la protuberante disposición de cámara traseras que incluye. De hecho, en la parte posterior esas cámaras sobresalen mucho, aunque esa zona tiene un diseño algo más especial, con unos toques dorados a su alrededor, junto a unos anillos dorados alrededor de las dos cámaras. La parte posterior tiene un degradado en verdes que si le da una luz fuerte pasa a colores amarillos o anaranjadas que quedan francamentebien. El diseño además está hecho a prueba de agua con certificado IP54, que es básicamente ante chorros de agua.

En la parte inferior cuenta con la toma USB tipo C, un altavoz y la toma de audio de 3.5 mm. El otro altavoz para la disposición estéreo es el auricular en la parte superior de la pantalla. En el lateral derecho están los botones de inicio y volumen, mientras que en el izquierdo está la bandeja para dos nano-SIM y una micro-SD.

Rendimiento

El procesador de este móvil es un Snapdragon 685 de Qualcomm, un modelo del año pasado pero basado en el Snapdragon 680 de 2021. Es igual, pero con unas frecuencias más altas, manteniendo su fabricación a 6 nm por TSMC. Le da una buena fluidez al dispositivo en el día a día junto al almacenamiento que incluye. Este modelo específico incluye 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, aunque según el país puede haber un modelo de 128 GB.

CPU

La parte de CPU de este procesador de ocho núcleos está compuesta por un clúster principal de cuatro Cortex-A73 a 2.6 GHz y otro clúster de cutro Cortex-A53 a 1.9 GHz. Como digo, será suficiente para mover la interfaz y ciertas tareas algo más intensivas de CPU, pero no es un procesador que especialmente dotado para un uso muy intenso. Lo cual, todo sea dicho, no es el uso principal de un dispositivo de 159 euros.

GPU

La unidad gráfica integrada es una Adreno 610 a 1260 MHz, que dará un rendimiento bastante discreto al dispositivo. Aun así, frente al C53, que tiene una pantalla de misma resolución, da prácticamente el doble de rendimiento. No tendrá problemas a la hora de mover la interfaz, pero no va a aprovechar los 90 Hz en juegos, porque no los va a alcanzar nunca.

En aquellos tipo MOBA populares para móviles los puede mover sin problemas a 30 f/s al menos a la calidad mínima, mientras que Diablo Immortal lo moverá a unos 25-30 f/s, con todo al mínimo sin dar tirones en ningún momento. En cuanto a las pruebas sintéticas, en una como 'T-Rex' de GFX Bench se pone en los 40 f/s (2300 × 1008 píxeles), o los 22 f/s de 'Manhattan', mientras que en otra más compleja como 'Car Chase' se queda en los 7.8 f/s.

Almacenamiento

En cuanto a los 256 GB de almacenamiento, probablemente eMMIC 5.1, será suficiente para las tareas normales del dispositivo. En este caso, en PCMark el móvil alcanza los 258/246 MB/s de lectura/escritura secuencial, mientras que la lectura/escritura aleatoria se queda en los 18/33 MB/s. Son valores decente, pero realmente son poco impresionantes. Claramente es un apartado en el que Realme ha recortado para controlar el precio del C67.

Pantalla

El C67 cuenta con una pantalla IPS de 17.1 cm (6.72 in) con una resolución de 2400 × 1080 píxeles. Tiene preaplicada una lámina de protección que tiene tendencia a atraer el polvo, pero como capa oleofóbica funciona a la perfección. Se ve bastante nítida con sus 391 PPP, y cuenta con un refresco de 90 Hz. Su brillo máximo se sitúa sobre los 600 nits, que es suficiente para verla sin problemas en calle con sol, salvo en las condiciones más extremas.

La calidad del color es bastante buena, aunque los ángulos de visión no tanto. En los ajustes se puede cambiar entre dos modos de color: 'vívido', que cubre la escala de color P3; y 'suave', que es sRGB. A su vez, al 'vívido' se puede cambiar la temperatura de color, entre 'natural', 'frío' y 'cálido'. Para ver vídeos, el 'natural' es bueno, aunque he usado principalmente el modo de color 'suave', que es mejor para contenido web. La pantalla en este terreno está bastante bien para el precio del móvil, aunque tampoco impresione.

El refresco llega ajustado a un modo 'automático' que cambiará entre 60 Hz y 90 Hz cuando detecte contenido que se puede beneficiar de ello. Que es básicamente la interfaz y algunas aplicaciones, porque en juegos no se va a alcanzar nunca.

Autonomía

La batería de este móvil es de 5000 mAh, y está acompañado de un cargador de 33 W (11 V y 3 A) que es suficiente para la carga que incluye rápida que incluye. La batería va a tardar en torno a hora y media en recargarse totalmente desde cero, por lo que es un tiempo razonable.

En cuanto a la autonomía, con la pantalla a unos 180 nits, se va a unas catorce horas de reproducción de vídeo desde internet a la resolución FHD de la pantalla. En un uso más realista se irá a las diez u once horas de uso de pantalla a 250 nits.

En espera destaca bastante, quizás por Android 14, ya que gasta por debajo de un 10 % cada día si no se hace nada con él, un 15 % con un uso ligero, y como segundo móvil podría ser bastante interesante con una autonomía que, con un uso bastante ligero, podría superar los cinco días.

Cámaras

La cámara trasera de este C67 es una de 108 Mpx y ƒ/1.75 con sensor Isocell HM6 (S5KHM6) de Samsung. No es el sensor más moderno, pero sí que es un modelo que permite capturar fotos con una gran cantidad de detalle y que Realme lo ha usado anteriormente en otros móviles. La cámara secundaria es de 2 Mpx y ƒ/2.4 de profundidad como apoyo de la principal.

La aplicación de Cámara es la habitual de Android con ciertos retoques de Realme. Los modos que se muestran al principio son 'noche', 'retrato', 'calle', 'vídeo', 'foto' y 'alta resolución', pero esa zona es editable y por ejemplo añadí el modo 'pro' porque quería cambiar rápidamente a él en la sesión de fotos. Cada modo tiene varias opciones, pero tampoco demasiadas, y ninguna fuera de lo habitual. El modo 'retrato' hace buen uso de la cámara de apoyo de profundidad.

Donde no destaca nada esta cámara es en el apartado de la grabación de vídeo, porque solo lo hace hasta a FHD y 30 f/s. No lo hace mal, pero tiene una falta de detalle y estabilización que solo lo deja en calidad pasable.

En el modo 'pro' se puede elegir entre formato RAW y JPG, que en realidad es el DNG de cierta compresión. En una aplicación como Photoshop, durante la importación de un archivo RAW, se pueden aplicar los últimos filtros de IA para eliminar el ruido que incluye la foto para dejarla sorprendentemente bien. No es un móvil para sacar fotos en bruto, porque nadie va a usarlas profesionalmente ya que es un sensor bueno, pero no tanto. Pero siempre es de agradecer su inclusión, además de que en Photoshop, a diferencia del DNG implementado con otros sensores, la edición tiene todas las opciones habituales al manipular RAW en ella.

De día

La cámara de 108 Mpx está suficientemente bien de día para dónde se va a mover el C67. Con luz diurna las fotos salen bastante bien, con buen detalle en el modo 'foto', aunque me ha gustado en general bastante más el resultado del modo 'alta resolución'. No solo ya por el hecho de que ese modo captura mucho detalle, sino porque elina ciertos halos que el modo 'foto' introduce en los objetos debido a la gestión del HDR. Captura bien el color, aunque las fotos quedan ligeramente sobreexpuestas en ciertas situaciones como sea un día soleado.

La siguiente escena la uso de referencia para contrastar la calidad de una cámara X-T4 de Fujifilm con la de las cámaras que pruebo, aunque en esta ocasión ha quedado ligeramente subexpuesta, y no me di cuenta hasta llegar a casa. Pero la cámara del Moto G14 se va al otro extremo, el de sobreexponer las escenas en este tipo de días soleados.

No hay una cámara de macro dedicada porque hoy en día casi es mejor usar la principal, sobre todo cuando tienes una de 108 Mpx como es el caso. Captura muchísimo detalle, enfoca muy bien desde muy cerca, y al final es una cámara que sirve bien tanto para distancias largas como cortas.

En cuanto a la comparación entre el modo 'foto' y el de 'alta resolución', este último consigue capturar una cantidad de detalle muy alta, pero los colores son ligeramente diferentes, con una ligera tendencia a añadir un poco más de rojo.

Lo que sí se puede ver en estas fotos es que el modo 'foto' tiene algunos problemas con las zonas muy complejas porque añade un efecto muaré, mientras que el modo 'alta resolución' lo soluciona.

De noche

En cuanto a la fotografía nocturna, comparando el modo 'foto' con el modo 'noche', porque en el modo 'calle' las fotos salen igual que en el 'foto', las instantáneas salen algo más clareadas en el 'noche' además de con un ligero toque amarillo, más propio de la luz que hay en ese momento. Se nota que mejora el rango dinámico, por lo que el modo 'noche' sería el que habría que usar, sobre todo si hay focos de luz. Las fotos salen con mejor exposición.

En cualquier caso, la cámara retiene mucho detalle con poca luz y gestiona bien el ruido aunque si se amplían al máximo se puede ver que deja un poco para preservar más detalle. El único problema real es que el modo 'noche', para que salgan bien las fotos, tarda bastante en capturar la foto desde que se pulsa, aunque además deja un poco más de ruido para conservar mejor el detalle.

Audio

Este móvil llega con altavoces estéreo en disposición asimétrica. Alcanzan un volumen de unos 79 dB, medido a una distancia normal de visualización. Los altavoces están ligeramente descompensados porque el izquierdo suena un pelín más alto, pero hay que estar muy cerca para notarlo. La calidad de reproducción es buena, aunque dentro de los problemas que tienen este tipo de altavoces con los graves.

Se cortan por debajo de los 60-100 Hz, por lo que canciones como Blood || Water de Grandson suenan un poco desangeladas. Las frecuencias medias están bien representadas y las altas también. No tiene una gran calidad de audio, pero tampoco es mala. La inclusión de una toma de audio de 3.5 mm será bienvenida por muchos, aunque es lo habitual en estos precios.

Software

El C67 llega con Android 14 preinstalado con la capa de personalización de Realme sin demasiadas modificaciones importantes. En general me gusta porque le da unos tonos de color más de mi gusto a los ajustes, por ejemplo, o algunos retoques a la pantalla de bloque. Todas las aplicaciones de Google están preinstaladas, junto a algunas aplis de realme como su tienda, y unas pocas aplicaciones que usa mucha gente, como Spotify o TikTok. Hay muy pocas aplicaciones a desinstalar.

La última actualización de seguridad instalada es la de noviembre de 2023, por lo que es un aspecto en el que Realme tiene que mejorar. Ahora que las principales marcas ofrecen cuatro y cinco años de actualizaciones, las compañías medianas deberían revisar su política de actualizaciones, para ofrecer al menos cuatro años en actualizaciones de seguridad, a ser posible mensualmente y no en lotes.

Realme también ha revisado la minicápsula informativa que aparece al hacer ciertas acciones, pero sigue siendo de utilidad limitada, y está a muchísima distancia de la que usa Apple en sus iPhone. La compañía ha añadido tres nuevos usos: música, tiempo y eventos. Se mejora la estadística de pasos, y se añaden mejoras a las notificaciones de uso de datos y carga.

La minicápsula 2.0 no es un sistema rompedor de notificaciones, porque la letra en que se muestra es especialmente pequeña por el espacio en torno a la cámara frontal. Pero ese extra de animación no queda mal. El uso más habitual que le he dado es reproduciendo música, que si se pulsa en la minicápsula se expandirá para mostrar información de la canción en curso. Es una característica funcional, de cierta utilidad, pero tampoco es una características imprescindible.

Un par de pasos adelante

La evolución de los teléfonos se paró en seco hace un par de años debido a la inflación. Para compensar el aumento de los costes las compañías recortaron en la gama media en el terreno del procesador, por lo que este año va a ser la principal punto a mejorar. Ese y las cámaras, como es habitual, porque los sensores cada vez son más baratos. Y son esos dos puntos en los que Realme pone el foco en el C67 para mejorar su C53.

La diferencia de procesador se notará en la fluidez, que va a la perfección a diferencia de algún tirón muy muy de vez en cuando en el C53. Además, el Snapdragon 685 es una gran mejora en el apartado de la GPU, por lo que es capaz de mover Diablo Immortal sin tirones, aunque con todo al mínimo. El cambio es bueno, pero tampoco hay milagros para estos precios.

Otro apartado interesante interesante es la cámara, pero noto que debería de haber algunos cambios en el posprocesado. En el modo 'foto' hay una buena exposición y el HDR funciona bien, pero genera problemas en los contornos de los objetos. El modo de 'alta resolución' los resuelve, pero las fotos ocupan diez veces más, así que tampoco es la gran solución. Eso sí, en este modo captura muchísimo detalle y en ese terreno no tiene nada que enviar a móviles de incluso en el rango de los trescientos a cuatrocientos euros. La cámara está bien de día, razonable de noche, aunque la parte de la grabación de vídeo sea floja.

El diseño ha sufrido una ligera revisión, pero en la línea de Realme, que en general me gusta. En la mano tiene una pinta algo tosca, por su peso y por los cantos totalmente planos, pero se maneja bien y la trasera, con ese degradado que tiene que cambia con la incidencia de la luz, queda bastante bonito. La pantalla, con una buena calidad de color, acompaña bien.

En el punto de precio que tiene, sobre los 160 euros de PVPR del modelo de 6+128 GB, tiene mucha competencia. En este PVP es interesante y podría ser una buena compra, sobre todo si se busca algún móvil que ya lleve Android 14 de serie, sobre todo porque afecta a la autonomía junto al cambio de procesador. La política de actualizaciones de Realme sigue siendo un punto gris, y quizás debería ser el que mejore en próximas iteraciones de los móviles de esta serie. Pero en general, es un móvil más que interesante, aunque como siempre al precio adecuado.