Maono es una empresa de productos de audio con cierto éxito debido a que ofrece productos para profesionales pero a precios contenidos. Son interesantes porque muchas veces hay que hacer malabarismos para atraer a profesionales a este tipo de productos. En este análisis abordo el micrófono PD100X, que es un modelo interesante aunque más bien está orientado a locutores por la iluminación ARGB que incluye.
Desembalado
El micrófono PD100X de Maono llega en una caja amarilla y negra, en cuya portada deja clara la iluminación ARGB y que se puede usar por USB o el conector XLR más usado a nivel profesional. En la contraportada pone algunas características adicionales, como la espuma de filtro, que integra una cápsula dinámica o su patrón cardioide de grabación.
Al abrirla se ve el manual de uso y el micrófono en una bolsa de plástico. Debajo hay una caja blanca con la base del micrófono, la cual simplemente se enrosca, el cable y un adaptador de brazo.
El micrófono tiene puesto por defecto el soporte para ponerlo vertical, pero se puede utilizar para ponerlo en un brazo si así se desea con el adaptador incluido, siendo compatible con roscas de 9.5 mm y 15.9 mm. Se incluye una espuma de filtro que está puesta por defecto pero que se puede quitar si así se desea, viéndose en ese caso la cápsula
El cuerpo del micrófono está hecho de plástico transparente, con una rueda de ganancia y un botón para silenciar el micrófono. Hay cinco ledes que indican el nivel de ganancia en color blanco, y se ponen en rojo cuando está silenciado. Si se pulsa la rueda se pondrán en azul para controlar el volumen de los auriculares, indicándose con ellos el nivel de volumen.
En la parte inferior se puede ver el puerto USB tipo C, la toma XLR, una toma de 3.5 mm para unos auriculares, y un botón para cambiar la iluminación entre un efecto arcoíris y colores estáticos.
Características
El PD100X de Maono es un micrófono dinámico, que es el tipo que se usa para los modelos económicos por lo que no sorprende ver que incluya un transductor de este tipo. El modo de grabación tiene un patrón cardioide, que es básicamente una de las versiones unidireccionales y por tanto habría que hablar siempre directamente a la punta del micrófono para maximizar la ganancia y que se escuche lo mejor posible al usuario. He tenido que hacer pruebas para ver distancia y ganancia para asegurarme de que se capturaba mi voz de la forma más limpia posible.
El filtro de espuma puesto ha reducido ciertos ruidos que hago al hablar, pero menos que con el micrófono de Røde que uso habitualmente y que simplemente tiene una pantalla. Eso es más bien culpa de la propia grabación, que se queda en 24 bits y 48 kHz, algo bajo para conseguir grabar una voz lo más natural posible. La respuesta en frecuencia es entre los 40 Hz y los 16 000 Hz. Tiene una sensibilidad máxima de 130 dB. No hay más detalles técnicos proporcionados por la compañía.
PD100X de Maono | |
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Conexión | cable USB o XLR |
Patrón | Cardioide |
Tipo | dinámico |
Resolución y muestreo | 24 bits y 48 kHz |
Frecuencia | 40 Hz a 16 000 Hz |
SPL máx. | 130 dB |
Extras | iluminación ARGB |
PVPR | 59.90 euros |
Debido a que es un micrófono dinámico, la calidad de grabación da para lo que da. No lo elegiría nadie que se dedicara a nivel profesional a grabar voz, por lo que es más bien un micrófono para aficionados, o semiprofesionales que quieran hacer una inversión justa. No tiene una especial reducción de ruido por lo que hay que jugar un poco con el programa de configuración de Maono, o el que se use para grabar audio; tiene tendencia a grabar incluso los leves toques en la mesa, normalmente por propagación a la base del micro. De ahí que la mejor opción muchas veces sea utilizar un brazo para grabar.
La calidad del sonido no está del todo mal para los 50-60 euros que cuesta y con los extras que incluye, como la iluminación ARGB, los conectores y los botones, siempre que te mantengas lejos del micrófono o habrá mucho ruido. Comparado con el NT-USB de Røde que uso habitualmente, que ahora mismo tiene un PVP de 130 euros, la diferencia en la calidad de grabación es mucha. El NT-USB tiene un sonido más nítido y natural, sin problemas de cercanía o de excesiva captura del sonido ambiente. A pesar de todo, con los ajustes y con las condiciones oportunas, la grabación con el PD100X está bien.
Programa de configuración
La configuración del micrófono se hace a través de Link, una aplicación disponible en la web de la compañía y que sirve para varios de sus productos. La aplicación no está en español, solo en inglés y chino. Las opciones disponibles en ella son pocas y van al grano; no estaría mal que añadieran la traducción al segundo idioma más hablado del mundo.
La pantalla de inicio está dividida en dos pestañas, 'estándar' y 'avanzada'. En la primera se puede ver y controlar el micrófono, ajustar la ganancia, activar la monitorización con auriculares a través del micro, modificar el tono —que no los usaría—, y controlar la iluminación ARGB.
La otra pestaña permite controlar nuevamente la ganancia y la monitorización —por alguna razón—, y ecualizar el audio poniendo filtros, limitadores, comprimir la señal o reducir el ruido. Y ya está. Todo muy sencillo pero funciona como debe. Además, hay un apartado de ajustes que permite actualizar el firmware del micrófono, que es lo primero que hice antes de ponerme a usarlo.
Un interesante micrófono económico
Como he dicho anteriormente, los productos de Maono intentan apelar a un público más profesional, y se queda en el intento. En el caso del PD100X más bien sería un público semiprofesional que inicia su andadura o a aquellos que no quieren gastarse mucho en un micrófono pero aun así quieren tener un modelo con un sonido decente pero mucha ARGB. En este caso ese sonido es decente, aunque está a mucha distancia de los modelos buenos, incluido el NT-USB de Røde que uso para grabar.
El micrófono es muy vistoso, y eso es otro punto que llamará la atención de los locutores. Las opciones de conexión y control en el propio micrófono son buenas, y mayores que otras opciones de precio similar para locutores, aunque eliminan esas opciones por un audio algo mejor. El programa de configuración también es interesante por los 50-60 euros que cuesta, pero hay que tener mucho cuidado con la distancia de uso para no sobrecargar la cápsula y que se escuche mal. El único motivo real para comprarlo sería por la iluminación ARGB, pero cualquier profesional o semiprofesional va a huir de un micrófono como este, por lo que la integración de un conector XLR resulta extraña.