Análisis: MSI Prestige 13 AI Evo A1MG-024ES review en español

Los ultraportátiles están recibiendo actualizaciones mayores en los últimos tiempos debido a la mejora de los procesadores en los terrenos del consumo y potencia por vatio. Con los Core Ultra de Intel ofrecen un buen equilibrio, lo que ha habilitado modelos como el Prestige 13 AI Evo de MSI, al que también le acompaña una estupenda pantalla OLED para convertirlo en un modelo ligero y de buena potencia para un uso generalista.

Inspección visual y características

El Prestige 13 AI Evo llega en la habitual caja de portátil, debidamente protegido, y junto a un cargador USB-C de 65 W y los manuales de usuario. Nada más sacarlo de la caja se nota que es un ultraportátil de verdad, con un peso de apenas 0.99 kg, y un tamaño de 299 mm × 210 mm × 16.9 mm. Está fabricado con una carcasa de metal con buenos acabados.

La pantalla del equipo es de 33.8 cm (13.3 in) de tipo OLED y con una resolución 2880 × 1800 píxeles. Tiene un acabado en brillo por lo que beneficiará a la nitidez y a la calidad del color. En la parte superior hay una cámara web FHD de buena calidad, con una tapa de privacidad. Tiene sensor para desbloqueo facial mediante Windows Hello.

El modelo recibido para analizar incluye un Core Ultra 7 155H con su iGPU de tipo Arc Xe 8, y está acompañado de 32 GB de LPDDR5X-6400 y 1 TB de SSD de tipo PCIe 4.0. Cuenta con el certificado Evo de Intel para los ultraportátiles, por lo que asegura el arranque rápido, que el equipo salga del reposo en un segundo, que tiene sensor de huellas o reconocimiento facial, que da un buen rendimiento con los procesadores de Intel, tiene una alta autonomía, pantalla FHD de calidad, que posee IA y conectividad ultrarrápida. Todo eso lo cumple obviamente este equipo.

La salida del aire caliente se hace por la parte superior y hacia la pantalla, pero no representa un problema porque no se calienta en exceso. Quizás una pega de la calidad de construcción sea que hay veces que al poner las manos sobre el portátil para escribir la parte superior cruje un poco, pero no ocurre siempre aunque eso significa que la parte del teclado se hunde un poco. Pero por lo demás, tiene buenos acabados y tiene una construcción bastante sólida.

En el lateral izquierdo incluye dos puertos Thunderbolt 4 compatibles con datos a 40 Gb/s, vídeo y carga de hasta 65 W, así como una toma de 3.5 mm de cuatro polos y un HDMI 2.1. En la parte derecha hay un USB 3.1, un cierre Kensington y un lector de tarjetas micro-SD. También incluye Wi-Fi 7 y Bluetooth 5.4, por lo que para el tamaño del equipo la conectividad está bastante bien cubierta.

El teclado está retroiluminado en color blanco, con la disposición española aunque ligeramente cambiada que es algo que me molesta un poco pero es fácil de acostumbrarse a ello. En la parte superior derecha está el botón de arranque que dobla como lector de huellas dactilares. Incluye teclas de suprimir, avanzar/retroceder página, por lo que al menos cubre bien los aspectos básicos de un teclado extendido.

La calidad del teclado es buena, aunque los interruptores incluidos son un poco más duros de lo que me gusta, pero sin serlo demasiado. Estoy acostumbrado a los que usa Apple en el MacBook Pro que tengo o en el Magic Keyboard, que van un poco más suaves, pero tampoco me parece que los de este portátil de MSI sean malos. Están ligeramente por encima de la media, aunque podrían ser mejores.

El panel táctil da buena sensación al deslizar los dedos, pero no pasa de ser funcional. Los clics es mejor por toque porque los clics físicos dan mala sensación de uso. Es otro aspecto mejorable del equipo.

Rendimiento del procesador

El procesador de este portátil es un Core Ultra 7 155H de arquitectura híbrida, el cual incluye seis núcleos P (rendimiento) a 1.4-4.8 GHz, ocho núcleos E (eficiencia) a 0.9-3.8 GHz y dos núcleos LP (bajo consumo) funcionando a entre 0.7-2.5 GHz. En total cuenta con veintidós hilos de ejecución, que para el tipo de equipo que es da excelentes resultados. El consumo está situado en 28 W a frecuencia base.

Tiene además una unidad de procesamiento neuronal (NPU) similar a la que se lleva usando desde hace años en móviles o en los Mac. Es una unidad mucho más eficiente para ciertas cargas de trabajo, por ejemplo inferencia o ciertos tratamientos de imágenes. Ahora han cobrado relevancia por su uso con las inteligencias artificiales generativas. La NPU de este modelo tiene una potencia de cómputo de 19 TOPS en FP32.

El modelo analizado incluye 32 GB de memoria LPDDR5 a 6400 MHz que están soldados a la placa base por lo que no se podrán expandir. A pesar de estar soldada, funciona en doble canal, por lo que no hay un recorte artificial de rendimiento por este lado. Donde sí lo hay es por el lado de los subtiempos, que son especialmente altos y que llevan la latencia por encima de los 160 ns. No se notará en tareas del día a día, pero en juegos y ciertas cargas profesionales sí que va a penalizar bastante al rendimiento.

Las siguientes pruebas las obtengo con los equipos al máximo de rendimiento si tiene varios perfiles de funcionamiento. En este caso, como explico más abajo, las he tomado en el modo Extremo rendimiento de MSI Center, además de que me aseguro de que el procesador esté caliente ejecutando varias pruebas previamente antes de tomar los valores finales, eliminando la entrada del turbo oportunista de los procesadores de Intel. En general la parte de CPU tiene un rendimiento bastante alto, quizás algo limitada por la refrigeración con que cuenta el equipo. El consumo sostenido del procesador no pasa de los 20 W.

Cinebench R23

Cinebench 2024

AIDA64

7-ZIP

Corona 1.3

Corona 10

Blender 4.2

Rendimiento gráfico

Además de una reducción del consumo, estos Core Ultra también mejoran sustancialmente en el terreno de la unidad gráfica integrada. En este caso incluye una Arc X^e 8 de ocho núcleos X^e y por tanto 1024 sombreadores que funcionan hasta a 2350 MHz, lo cual arroja una potencia de cómputo de 4.8 TFLOPS, más del doble que la proporcionada por el anterior procesador.

Aquí hay un primer tirón de orejas serio a MSI debido a que RBAR no está implementado en el Prestige 13 AI Evo. Eso limitará notablemente su rendimiento gráficos, principalmente en juegos. El segundo tirón de orejas es por la DRAM incluida con una excesivamente alta latencia, lo cual también perjudicará notablemente a los juegos. Y es una pena, porque la Arc X^e 8 es una iGPU muy competente para jugar a FHD en calidad baja en muchos juegos, y más apoyándose de XeSS o FSR.

Esto hace que el rendimiento en juegos caiga. Por ejemplo, el Swift Go 14 de Acer tiene RBAR y una memoria de bastante menor latencia y tiene sobre un 25-30 % más de rendimiento gráfico. Que aun así va a dar más rendimiento que la Iris Xe G7, por ejemplo, pero en lugar dar el doble de rendimiento se queda en un cincuenta por ciento más. Es una pena, pero bueno. Los juegos no es la orientación del equipo, pero estas dos cosas también afectarán a ciertos usos profesionales, aunque menos.

Rendimiento tarjeta gráfica externa (eGPU)

La conexión Thunderbolt 4 es compatible con tarjetas gráficas externas. La he probado con una caja Core X de Razer además de una RX 6800 XT de AMD. La reconoce sin problemas, y solo hace faltar instalar los controladores Adrenalin desde la web de AMD. Los juegos van decentemente, dentro de la limitación de la conexión PCIe 3.0 ×4 que tiene la conexión Thunderbolt 4.

Jugando a Cyberpunk 2077 a calidad 'ultra' a FHD, se queda en los 58 f/s cuando esta tarjeta gráfica con un Core i7-12700K y DDR5-6400 CL 32 alcanza los 125.7 f/s. Se debe principalmente al menor ancho de banda de la conexión, pero en este caso también a la alta latencia de la DRAM y a la falta de RBAR. Suele ser necesario activar la sincronización vertical en los juegos para evitar ciertos tirones que dan de vez en cuando. No he notado tirones extraños como me ha ocurrido anteriormente con procesadores Core de 13.ª y 14.ª generación.

Almacenamiento

La unidad recibida para analizar incluye una unidad M.2 2280 de tipo PCIe 4.0 ×4 que es una PM9A1 de Samsung para fabricantes de equipos originales (OEM). Es de alto rendimiento, con DRAM para búfer, y sobre el papel llega a 7000/5100 MB/s en secuencial y 1000/850 kIOPS en aleatorio, con una durabilidad de 600 TB.

En una prueba como es CrystalDiskMark 8, alcanza los 6298/4822 MB/s de lectura/escritural secuencial, y 92/241 MB/s de aleatoria en el peor caso, lo cual son valores buenos. No es un apartado en el que MSI haya escatimado.

Pantalla

La pantalla del equipo es de 33.8 cm (13.3 in) de tipo OLED con una resolución de 2880 × 1800 píxeles, lo cual son 256 PPP y por tanto se va a ver bastante nítida a una distancia normal de uso. Alcanza un brillo máximo de 400 nits y cubre el 100 % de la escala de color DCI-P3. Tiene un acabado en brillo, lo cual beneficia a que se vea especialmente nítida frente a los acabados mate, y también mejora la calidad del color.

Tiene una gran homogeneidad del color propia de las pantallas OLED, y alcanza sin problemas los 400 nits máximos indicados por la compañía. Es una pantalla con HDR, que solo estará activa cuando el equipo esté enchufado para evitar una buena penalización en la autonomía. Cubre casi en su totalidad las escalas de color DCI-P3 y Adobe RGB, e íntegramente la sRGB, así que servirá muy bien para trabajo profesional. En esto beneficia mucho

El único problema que puede plantear la pantalla es que al tener un acabado en brillo si no puede controlar dónde se va a usar el equipo en ciertas situaciones puede plantear un problema de reflejos. La pantalla en sí no los reduce especialmente, así que en exteriores con buena luz de sol puede ser un poco incómoda de usar. Pero creo que las ventajas de definición y color superan a esta pega, o al menos para el uso que le doy a estos equipos, uno más profesional.

Autonomía

Este equipo tiene una batería de 75 Wh que está en lo más alto para este tipo de equipos. Para tareas del día a día, como navegar por internet u hojas de ofimática a un brillo moderado, puede aguantar más de diez horas, lo cual es bastante bueno. Reproduciendo solo vídeos puede durar bastante más, sobre las quince horas, gracias a que lo hace a través de una unidad de medios que es altamente eficiente.

Usando el equipo a carga completa, que es unos 35 W sostenidos, la batería no aguantará más de tres horas, en lo cual incluyo tareas profesionales así como jugar, aunque en esto último es más volátil y puede aguantar algo más dependiendo del juego.

El cargador incluido con el equipo es bastante pequeño, un USB tipo C de 65 W, pero puede usarse cualquier cargador USB-C similar para recargarlo. Si no se usa, tarda relativamente poco en cargar desde cero, sobre la hora y media, mientras que si está en uso haciéndose tareas ligeras puede tardar sobre las tres horas.

Temperaturas, consumo y ruido

El rendimiento del consumo y los ventiladores se puede controlar a través de MSI Center de MSI, la aplicación de control para todo lo relacionado con los portátiles de la compañía. Hay complementos para ver el consumo del equipo o la temperatura de los componentes, y por defecto está el de control de los ventiladores y consumo máximo.

Hay cuatro perfiles: MSI AI Engine, Extremo rendimiento, Equilibrado, Silencioso y Ahorro de batería. En la práctica he terminado dejando puesto el de Extremo rendimiento porque no hay diferencia de sonoridad entre los distintos perfiles, y sin embargo este perfil da una decente ventaja de rendimiento frente al de MSI AI Engine que es el que viene seleccionado por defecto. Muy inteligente no es este último perfil.

El ventilador del equipo está siempre funcionando, aunque en un uso normal el ruido es extremadamente bajo, por debajo de los 30 dB, por lo que durante el día no se notará y por la noche con la casa totalmente en silencio solo se notará un murmullo muy de fondo y nada molesto. Es una pena que no pare, sobre todo por el bajo consumo del equipo en reposo, pero bueno, tampoco es algo grave.

La estabilidad del rendimiento del procesador es muy alta durante toda la prueba, sin grandes cambios durante ella como se puede ver en la imagen anterior. Es la prueba de estrés de 3DMark, específicamente la Time Spy, que ejecuta en torno a los 20 f/s durante veinte pasadas.

El consumo del procesador puede llegar a los 35 W con el turbo oportunista, pero en carga sostenida se mantiene en los 20 W. El equipo completo puede llegar a los 65 W en algún momento puntual, pero se mantiene sobre los 35 W en carga completa con un nivel normal de brillo de pantalla.

La temperatura del procesador se queda sobre los 80 ºC en carga completa, con un nivel de ruido del ventilador sobre los 36 dB. Se concentra cierto calor en la parte izquierda del teclado pero no llega a ser molesto. En la zona de las teclas WASD se queda en unos 36 ºC (∆11 ºC), pero en la parte por encima de las teclas de función se va a los 45 ºC (∆20 ºC). La salida del aire se hace en la parte derecha del equipo directamente hacia la pantalla pero no sale especialmente caliente y la pantalla no se recalienta.

Conclusión

Como he dicho al principio, el sector de los ultraportátiles está mejorando extraordinariamente rápido. Por un lado, gracias a los procesadores como el Core Ultra 7 155H que dota al Prestige 13 AI Evo de un gran rendimiento y una buena autonomía. Por otro, gracias a las pantallas OLED que se están generalizando en el sector PC para monitores y, como es el caso, para portátiles.

Eso hace que los ultraportátiles de un kilo sean muchísimo mejores que los que se vendían hace dos o tres años, y que ahora sí sean una opción real para los profesionales que necesitan una buena potencia para trabajar. Y para diseñadores, que necesiten potencia y una buena pantalla. También juega mucho a favor de este portátil la conectividad, porque dos Thunderbolt 4 permiten el uso de tarjetas gráficas externas y almacenamiento externo de alta velocidad, como el usado por fotógrafos, videógrafos y otros.

Aunque el uso no sea para juegos, la exclusión de RBAR y el uso de una memoria LPDDR5 de altísima latencia afecta muy negativamente al rendimiento gráfico. No creo que hubiera sido especialmente costoso para MSI implementar lo primero y adquirir chips de DRAM mejores para lo segundo. Las opciones de la competencia en ultraportátiles sí implementan RBAR para su Core Ultra y tienen mejor RAM a un precio similar, por lo que

Pero en general, viendo sus características e incluso el precio, el Prestige 13 AI Evo es un equipo muy bien equilibrado para los que buscan la ultraportabilidad. Tiene un par de Thunderbolt 4 para los que necesiten más en el terreno del almacenamiento o una eGPU, tiene wifi y Bluetooth de calidad, tiene un ruido bastante bajo en carga completa, así como un diseño bonito, por lo que me parece un ultraportátil especialmente bueno para el público al que va orientado.